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Wednesday, December 29, 2010

LA GUERRA DE GOYO VANEGAS


LA VENTANA DE CAIN
ROBERTO GUILLEN
No se deje, usted va a triunfar le dijo el ex preciso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, una mañanita que se dejó venir a la Facultad de Derecho para ilustrarnos con su vena jurídica.
Y hasta la fecha no se ha dejado. No, fíjense que No. Persiste su lucha en defensa del Parque La Pastora, misma que inició aquel 8 de septiembre del 2008.
Desde entonces, el abogado y activista social, Gregorio Vanegas no quita el dedo del renglón. Apenas despierta el 2011 y este 4 de enero va por la presentación de su libro: Del pozo al Cerro de la Silla. ¡No al estadio! (ojo, ya va en la tercera edición)

Pero…¿Y por qué un 4 de enero?, le pregunto al abogado Vanegas.
Por que se cumplen 295 años de la fundación de la Villa de Guadalupe, me responde con el tono enfático del ciudadano que conoce bien su calendario histórico. Es decir, no lo hace por tempranera necedumbre, ni por ganar más espacios en los medios, sino porque esa fecha significa el nacimiento de un valioso terruño que hoy defiende, mientras su alcaldesa navega entre el contubernio y la opacidad que exigen los barones del dinero.
Es una cama ranchera la que le quieren aplicar al pueblo de Guadalupe, comenta el licenciado Vanegas, al descobijar las medias verdades que suelen esgrimir los empresarios voraces que maquillan su rapacidad para no alebrestar la movilización social.
Porque mañosamente, una y otra vez, los personeros del diablo Fernández nos cuentan que solamente dispondrán de 24.5 hectáreas, pero en ningún momento nos advierten de todo el tumbadero de casas que tendrán que efectuar para hacer posible la vialidad que requiere una formidable fábrica de fanáticos.
Además, apunta el abogado en la llaga social, el artículo 27 constitucional se advierte que ningún comodato podrá ser celebrado si no hay un beneficio para el mismo estado.
¿Qué tenemos entonces?, pregunta el aguerrido luchador social.
Que es un proyecto que tiene fines particulares. Que solamente va a servir a las élites, es decir, a la misma clase del poder. Por eso digo que ese comodato no procede. ¿Cómo vas a cobrar un dinero sobre un parque que es ecológico, que es una zona protegida? No pueden darle un enfoque privativo, discriminatorio. ¿De qué le va a servir al pueblo?
Ahora en su tercera edición, don Gregorio se dio la oportunidad de incluir una galería de fotografías que dan cuenta cómo se trastoca el Río La Silla, cuando la madre naturaleza se suelta el chongo. Sabiamente ubica al Parque La Pastora y al Rio La Silla como los pies del Cerro de la Silla. Es decir, la devastación es una cadenita marcada con el óxido del valemadrismo salvaje: y por eso este periodista rojo también colabora con sus letras para echar abajo el mezquino negocio de la trasnacional holandesa. Me gusta mucho cuando dice que ante los delitos que ha cometido la cervecera, nuestra sociedad carece de jueces ambientales, es decir, jurídicamente la naturaleza parece estar desamparada. Fue así que confrontó a don Patricio Patrón Laviada, disque Procurador Federal del Medio Ambiente.
Me muestra se su arma jurídica secreta: El Derecho a la ecología y a la preservación del medio ambiente, como derechos sociales exigibles, una tesis del maestro Genaro Góngora Pimentel, quien de facto se sumó la causa, luego de girar gentilmente esto documentos al abogado Vanegas.
Ahora lo exhibe como un arpón de oro para derribar a los mercenarios que destruyen un bosque para vender cerveza.
Nos vemos el martes 4 de enero en la presentación del libro. La cita es a las 12 del día en el Museo de Ciudad Guadalupe, ubicada en Barbadillo y Morones Prieto.

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