de música, poesía y contracultura
Por Antonio Valle
Neil Young nació en Toronto, Ontario, el 12 de noviembre de 1945. Fundó las bandas The Squires y The Mynah Birds antes de crear la mítica Buffalo Springfield al lado de Stephen Stills y Richie Furay. Toca piano, banjo y armónica, además de guitarras eléctricas y acústicas. Cineasta y militante ambientalista, Neil toca indistintamente en grupos o en solitario. Ha vivido diferentes experiencias espirituales de carácter zen:
Siento el gran espíritu en todo cuanto me rodea y me descubro ante su omnisciencia… para mí la luna y el bosque son muy importantes… el mundo natural posee un ritmo con el que me identifico y quizá por eso sea pagano… cerca del mar… esta apacible dosis de contemplación es poco menos que una experiencia mística de resonancias cercanas a la cosmogonía budista, un ejercicio a través del cual he aprendido a aceptar los cambios propios de la naturaleza y del mundo… Acepto el horizonte tal como es… esa es mi religión.
Ama a sus padres, hijos, amigos, perros, autos, ferrocarriles, árboles y a sus esposas; incluso dice amar a sus propias enfermedades. Construye y restaura autos, casas, barcos, toda clase de edificios, sistemas de control, sistemas de reproducción de sonido y maquetas de trenes. Lucha por encontrar un sistema digno para difundir la música, un sistema que sea capaz de trascender el deplorable estado de los formatos cd y mp3; su proyecto Pure Tone “significa un punto de inflexión en la historia del sonido grabado… de la muy maltrecha industria discográfica… es la creación de un nuevo estándar tecnológico”, ya que con la llegada del cd la calidad sonora se vio afectada y sólo conserva “un quince por ciento de la grabación original.”
Un sobreviviente de sí mismo
Actualmente Young está casado con una preciosa señora que trabajó como camarera en un restaurante bar. Es un hippie que, teniendo dinero, objetos y propiedades en abundancia, alguna vez usó los baños de gasolineras y restaurantes y comía una vez al día. Aunque fumó, bebió alcohol y consumió drogas, escribió (sin probar ninguna sustancia adictiva) el libro Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie, publicado por Malpaso. En esta edición, que supera las cuatrocientas páginas, aparecen fotografías de sus compañeros de ruta, de sus increíbles autos de co-lección, de instrumentos musicales y de sus seres queridos. Como él mismo dice, buena parte de lo que es-cribe es sobre sus amigos muertos. En ese sentido, además de ser un artista fuera de serie, es sobreviviente de un mundo propio que se ha desgajado algunas veces. Buena parte de lo que narra podría ser ilustrado con el célebre poema que Bukowsky dedica a los héroes y víctimas culturales de diversas épocas y países.
En general su música se divide en dos estilos: el acústico, con canciones folk y country rock, y el eléctrico. Adora a su “Old Black”, una guitarra Gibson Les Paul de 1953 con la que ha grabado buena parte de los grandes éxitos con los que ha ganado muy buena plata. Ha encontrado en el cine el medio adecuado para dar salida a sus constantes impulsos creativos, publicando cintas como Journey Through the Past, Rust Never Sleeps, Human Highway, Greendale y csny Déjà Vu. Ha salido victorioso de peligrosas intervenciones quirúrgicas, sobreviviendo con éxito a enfermedades como la diabetes, poliomielitis y la epilepsia. Con su esposa Pegi fundó The Bridge School, organización educativa para niños con discapacidades psíquicas. En uno de los iniciáticos viajes que emprendió siendo muy joven, observó la situación de miseria en la que vivían algunas comunidades indígenas canadienses y estadunidenses; por eso, en honor al mítico jefe de los Sioux Oglal, llamó Crazy Horse (Tasunka Witko, pronunciado tashúnka uitko, literalmente Su-caballo-es-loco en lengua sioux) a uno de los más emblemáticos grupos de rock de todos los tiempos. Dice que al grupo Crazy Horse lo único que le importaba era “hacer música”, que no le interesaba triunfar ni tenían que estar a la altura de nada; “lo que importaba era el amor y la música y la vida y la juventud.” Crazy Horse ilustra a la perfección la música libre de pensamientos.
El Ser en estado puro
En el libro biográfico Shakey, Jimmy McDonough, dice: “Si Neil siente que no está siendo fiel a sí mismo, no puede seguir.” “El músico canadiense parece que busca la esencia, esa llama que esconde toda emoción, por triste, alegre o rabiosa que sea” (Fernando Navarro); “esa pureza y ese desafío se muestran en su música, que guarda siempre una especie de entrega física y espiritual, como una lucha interna por mantener una chispa viva.” Y el mismo Neil piensa que “cuando tocaba así estaba como en otra dimensión… me aventu-raba por senderos nuevos sin miedo… era mi ser en estado puro”. Sin embargo, el místico hipster canadiense le ha dicho a los jóvenes: “La otra cosa que deben estar dispuestos a hacer, realmente ser capaces de abrazar y aceptar y realmente acoger en sus vidas con los brazos abiertos y una visión muy, muy amplia, es el fracaso. Asegúrense de darle siempre la bienvenida al fracaso… (y) si no tienen miedo y creen en ustedes mismos y se escuchan a ustedes mismos serán los número uno. Todo lo demás está detrás de ustedes... es su vida, su película. A la mierda con todo lo demás.”
El fundador de Buffalo Springfield ha tocado todos los palos del rock y publicado cincuenta y dos álbumes. En esa materia sonora, la música popular contemporánea (es decir, la cultura contemporánea más importante de Occidente) no puede explicarse sin su presencia. Es un hippie sobreviviente de un naive “peace and love” quien, atravesando más de cincuenta años de cinismo y violencia, es capaz de decir: “Las canciones, las personas y las emociones de mi niñez todavía me acompañan.”
Neil Young nació a mediados de la década de 1940, década signada por la segunda guerra mundial en la que Estados Unidos y la extinta Unión Soviética se convirtieron en las únicas potencias del mundo, pero su hijo Ben Young “es nuestro guía espiritual tetrapléjico”.
Las reglas por romper
Young dice que cuando escuchó cantar How does it feel? por la radio a Bob Dylan, sintió que aquella nueva poesía la cantaba con tanta soltura que se le quedó grabada. Al paso del tiempo pensó que las letras de Dylan eran como parte del paisaje, como el nombre de los países en un mapa. Al reflexionar sobre las pinturas de Dylan dijo: “el mundo del arte está lleno de reglas por romper”, y, pensando acerca del tiempo y la fama, escribió: “cuando eres un desconocido nadie te prejuzga. Ahora mi pasado tiene mucho peso. Todo mundo espera algo de mí”; antes “nadie esperaba nada de mí y no estaba atado al pasado”.
El primero de abril de 1966 –escribe– “estábamos eufóricos por haber llegado a Los Ángeles… y aunque la movida de Hollywood nos tenía hechizados… deci-dimos largarnos a San Francisco, donde los movimientos pacifistas hippies estaban en pleno apogeo… entonces había una camaradería hippie que ya no existe en la cultura actual.” Creo necesario recordar que la palabra hippie proviene de hipster, vocablo usado para representar a los beatniks, personajes, artistas y escritores estadu-nidenses que heredaron algunos valores contracul-turales de la generación beat. Por otra parte, de alguna forma también se quería denunciar cómo habían llegado muchas personas a San Francisco con perspectivas limitadas a la fiesta y las drogas, y muy poco alineadas con los valores más profundos en gestación, como la no violencia y la creación de una sociedad alternativa. En algunos casos se dio la llegada de personas adictas a drogas duras como la heroína, y con comportamientos violentos asociados al consumo de éstas.
En ese sentido, Young dice que en el festival de Woodstock “nuestra actuación (Crosby, Stills, Nash & Young) fue una puta pena… la cocaína nos había subido los humos de mala manera… era como si la música se estuviera muriendo”. Otro momento importante lo representa la canción “Ohio”, escrita en respuesta a la masacre de la Universidad Estatal de Kent, acaecida el 4 de mayo de 1970, en la que cuatro estudiantes fallecieron en el transcurso de una protesta contra la invasión estadunidense en Camboya por disparos de la Guardia Nacional, e interpretada por la banda Crosby, Stills, Nash & Young.
Soldados de plomo y viene Nixon,
Finalmente estamos por nuestra cuenta.
Este verano he oído los tambores,
Cuatro muertos en Ohio.
“Ohio”
“Tocábamos para ellos. Era nuestro movimiento, nuestra cultura, la generación Woodstock… estábamos muy unidos a los estudiantes, los hippies y los pacifistas… entonces no había represalias… la libertad de expresión se tomaba muy enserio en eu.”
“Luego llegaron la fama, las drogas, el dinero y las admiradoras… acabamos regodeándonos en nosotros mismos.”
La musa, el caballo y el salmón
Cuando Louis Avila le mostró a Neil la finca Broken Arrow Ranch le preguntó:–¿Cómo es posible que un tipo como tú tenga dinero para comprar un sitio como éste?
–Por pura suerte, supongo –le respondió.
Entonces escribió una canción sobre Louis a la que tituló “Old man”. El canadiense duro y errante dijo en sus memorias: “Mi padre pensó que la compuse pensando en él y nunca le dije la verdad porque las canciones son de quien las reciba.”
Old man
Viejo, mira mi vida,
soy muy parecido a ti.
Viejo, mira mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira mi vida,
veinticuatro años y hay mucho más,
viviendo solo en un paraíso,
que hace que me lo piense dos veces.
Se pierde el amor, vaya pérdida,
dame cosas que no se pierdan,
como una moneda que no se eche a perder
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien que me quiera durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Canciones de cuna, mira en mis ojos,
corretear por la misma vieja ciudad,
no significa tanto para mí,
para que te importe tanto a ti.
He sido el primero y el último,
mira cómo pasa el tiempo,
pero por fin estoy completamente solo,
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien que me quiera durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Viejo, mira mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira mi vida,
soy como tú eras.
Young reside en Broken Arrow Ranch, en Redwood City, California, y no ha adoptado la nacionalidad estadunidense a pesar de residir en el país desde hace más de cuarenta y cinco años. Estas son algunas de sus definiciones sobre la música:
Los videos y la música se pueden compartir y ver en todo el planeta… el único problema es que la música no es así. Es una tormenta de los sentidos, es el clima del alma, insondable e inabarcable. Es más de lo que se ve o escucha. Es lo que se siente. Es lo que le falta a la tecnología actual, aunque se han creado muchas cosas para sustituir las sensaciones y hacernos olvidar su ausencia. …me apena que hoy los jóvenes se conformen con el mp3… Pensar es el mayor enemigo para componer. .. es como un animal salvaje, un ser viviente.
…no hay que asustar al caballo… volverá al establo si se le asusta… los paseos en el caballo no tienen destino… la mejor manera de asustar al caballo es decirle qué hacer y adónde ir… nunca hay que hablarle de manera directa ni mirarle a los ojos hasta haber concluido el paseo… se le puede hablar de manera directa pero respetando a la musa. El caballo y la musa son muy buenos amigos. Si se le falta el respeto a la musa el caballo se cabreará y viceversa. El caballo rehúye los trucos de artificio…
El rocanrol no es algo sosegado y tranquilo y no tiene nada que ver con el dinero… es como el viento, la lluvia o el fuego… es burlarse del mundo.
De su amigo David Briggs, productor musical con el que grabó sus mejores discos, apunta y retoma: “Asegúrate de que las grabaciones sean un reflejo de ti mismo. No compliques las cosas. A la gente no le importa una mierda nada más.”
Al final de Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie, dice:
…estoy tratando de reencontrarme y recuperar los valores que tenía al comienzo, compartir el amor por la música, retomar la camaradería… respetar a los demás, identificarme con ellos… ser más fiel a mí mismo y a los demás, y sobre todo, ser digno de Pegi.
Estas líneas sintetizan la posición contracultural y la actitud a contracorriente del maestro Neil Young:
“Will to love” es la historia de un salmón que nada río arriba… refleja mis sentimientos de amor y supervivencia , es única en mi repertorio por el estilo audio vérité, una especie de bosquejo en vivo de una obra compleja de la que sólo se muestran los mejores momentos, fragmentos, el sonido del fuego y del agua, recreado con el vibrato.
…como un pez del océano remontando el río
y evitando redes, anzuelos y osos hambrientos
Nado en sueños,
sé que no puedo deshacer el camino
“Will to love” •