CONTRA EL IMPERIALISMO Y LA COLONIZACION:
SEIS ESTRATEGIAS POR LA SOBERANIA, LA DIGNIDAD Y
LA VIDA DE LOS PUEBLOS
En Bolivia se celebra una Cumbre Antiimperialista y Anticolonial de los Pueblos de
América Latina y el mundo, en un momento de contraofensiva imperial que busca silenciar
la voz de rebeldía de los pueblos que luchan por otro mundo posible en el que se conquiste
la emancipación del ser humano y de la Madre Tierra.
Por eso, reunidos en Cochabamba, desde el 31 de julio al 2 de agosto de 2013,
manifestamos lo siguiente:
La actual crisis del capitalismo es una crisis de múltiples dimensiones: financiera,
productiva, climática, alimentaria, energética y político-ideológica; es decir, es una crisis
civilizatoria que amenaza la vida del capitalismo como tal, pero también de la humanidad y
del planeta. Sin embargo, ante la crisis del capitalismo, y en el marco de acciones
desesperadas de revivirlo y fortalecerlo, los gobiernos afines y acólitos del capital y sus
imperios promueven más acciones de privatización, de depredación de la Madre Tierra, de
destrucción de los derechos sociales, y de saqueo de los recursos naturales. En plena crisis,
el guerrerismo y el golpismo promovidos por el imperio se constituyen en medios para la
instalación de gobiernos títeres y para la captura de los recursos naturales estratégicos. La
invasión a los países y el sabotaje a los procesos de cambio son las respuestas que el
imperio viene dando a la crisis del sistema capitalista.
La contraofensiva imperial tuvo un primer momento con la intervención de la OTAN en el
desmembramiento de muchos de los países del campo socialista y de la antigua Yugoslavia,
donde se puso en marcha una estrategia de fragmentación territorial que el imperialismo ha
tratado después de usarla en Bolivia, Venezuela y Ecuador.
También forman parte de este momento histórico las invasiones a Afganistán e Irak, donde
el imperio ha buscado apoderarse de los recursos naturales y desplegar una serie de
estrategias geopolíticas para seguir imponiendo las relaciones Norte-Sur e impedir el
fortalecimiento de las relaciones Sur-Sur.
Asimismo, con la administración de Barak Obama, a partir de 2008, el imperialismo ha
emprendido el camino de una mayor ofensiva militar con el objetivo de encarar la
resolución de la crisis del capitalismo. Libia se ha convertido en su primera víctima y ahora
se encuentran en la mira Siria e Irán, en medio de la complicidad de las Naciones Unidas,
cuyo Consejo de Seguridad se encuentra virtualmente secuestrado por Estados Unidos,
Inglaterra y Francia.
El brazo militar transnacionalizado de EEUU se llama OTAN que, a partir de su nuevo
concepto estratégico, ha convertido al planeta en el teatro global de sus operaciones de
dominación. América Latina también se encuentra amenazada con la petición de Colombia
de incorporarse como socio cooperante de la OTAN.
Otra manifestación de la contraofensiva mundial del imperialismo es la violación de los
convenios y tratados internacionales que surgieron después de la II Guerra Mundial. Desde
la invasión a Irak, EEUU y sus socios europeos en la OTAN han dejado más que claro que
por encima del orden internacional están sus intereses geopolíticos para apoderarse de los
recursos naturales que hay en el mundo.
Una de las últimas violaciones de ese orden internacional es el secuestro del Presidente Evo
Morales, el 2 de julio pasado, cuando cuatro países europeos le negaron el derecho a
repostaje y uso de espacio aéreo, atentando contra su vida. Es evidente que hay un antes y
un después desde el 2 de julio de 2013. Tampoco es casualidad que el único país que le
permitió el aterrizaje fuese Austria, país que no es miembro de la OTAN.
La contraofensiva mundial del capitalismo se expresa en América Latina con la apertura de
más bases militares en nuestro continente; la puesta en marcha del Plan Colombia, la
Iniciativa Mérida, la Iniciativa Andina y la Iniciativa del Caribe; los fracasados y
derrotados golpes de Estado contra Chávez en Venezuela (2002), Morales en Bolivia
(2008) y Rafael Correa en Ecuador (2010); el golpe militar contra Manuel Zelaya en
Honduras (2009), y la activación de la IV Flota (para controlar el océano y tener
posibilidades de rápido despliegue).
Una vez derrotada el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la Cumbre de
Mar del Plata de 2005, el imperialismo se ha rearmado en el escenario político y económico
impulsando la Alianza del Pacifico, un bloque de países defensores del libre comercio que
pretende contrarrestar política, económica e ideológicamente los procesos de integración en
la región, apuntando especialmente a reconfigurar los equilibrios geopolíticos y hacer un
contrapeso a la creciente influencia del ALBA que sí apuesta por fortalecer la UNASUR y
la CELAC. Es decir, la Alianza del Pacifico supone un intento por reeditar el modelo
neocolonial del ALCA.
El imperialismo y el colonialismo vienen empleado los medios de comunicación como los
instrumentos más apropiados para crear desequilibrios en nuestros pueblos y deteriorar el
apoyo social a nuestros gobiernos progresistas; también se vienen desarrollando
sofisticadas redes tecnológicas como parte de la intromisión y la injerencia del
imperialismo estadounidense en nuestros países.
Para enfrentar este contexto bastante difícil, los movimientos y pueblos del mundo reunidos
en Cochabamba hemos acordado la implementación de seis estrategias por la soberanía, la
dignidad y la vida de los pueblos, contra el imperialismo y el colonialismo.
ESTRATEGIA 1
LUCHAR CONTRA LOS INSTRUMENTOS IMPERIALES Y GUERRERISTAS
DE DOMINACION COMO LA OTAN, FORTALECIENDO LA SOBERANIA DE
LOS PUEBLOS DEL MUNDO
El imperialismo es la barbarie y el genocidio, la pobreza y la destrucción de la Madre
Tierra el saqueo y la opresión de los pueblos. La OTAN es uno de sus instrumentos.
Durante la postguerra, un 4 de abril de 1949 se firma en Washington el Tratado del
Atlántico Norte o Alianza Atlántica (OTAN) con el objeto de enfrentar el nuevo escenario
internacional de guerra fría, este organismo se forma con países de tradición imperial a la
cabeza de Estados Unidos. La OTAN constituye la Alianza Imperialista Militar más grande
del mundo y agresiva del mundo, que defendió y defiende los intereses del imperio y
concepción de un Sistema-Mundo capitalista unipolar.
Usando esta Alianza militar agresiva, torpe y criminal se gestan desde los Estados Unidos
farsantes excusas para justificar invasiones militares a través de la OTAN a países que
gocen de recursos naturales valiosos como el petróleo y el gas, o que desde la perspectiva
de los imperialistas representen una amenaza para los intereses de las empresas
transnacionales. Esta alianza promovió la invasión a Irak entre otros países con el pretexto
de la existencia de armas de destrucción masiva y con la única finalidad de capturar el
petróleo y hacer de la guerra un lucrativo negocio de las empresas vinculadas a líderes
políticos de gobiernos como el de Estados Unidos.
El guerrerismo de la OTAN y de sus líderes imperialistas puede extenderse rápidamente a a
cualquier país del mundo como ocurrió en Libia y está ocurriendo en Siria. Recientemente
Barack Obama aseguró que “…el método Libio podría ser aplicable a cualquier otro país
en la lucha contra el terrorismo” (Obama, 2011).
Denunciamos la solicitud del Gobierno Colombiano de ser miembro de la OTAN como un
hecho vergonzoso y de total sumisión humillante al imperio norteamericano favoreciendo y
facilitando la expansión de la dominación y el control imperial a América Latina y el
Caribe. Esto facilita y ampara proyectos ambiciosos de expansión de las bases militares en
la región para controlar a los pueblos y los recursos naturales estratégicos, desestabilizando
nuestros gobiernos y promoviendo un NEOGOLPISMO vestido de democracia para
capturar nuestras riquezas.
En resumen, la OTAN constituye el brazo armado del capitalismo mundial, el garrote frente
a los procesos antiimperialistas y de integración regional, es el arma de la coerción global
para favorecer intereses del capital y sus transnacionales.
Los países del mundo lucharemos por nuestra soberanía y romperemos las cadenas
imperialistas y colonialistas existentes; por ello la OTAN constituye una amenaza latente
cuyos alcances deben ser contrarrestados por los gobiernos progresistas y revolucionarios y
la sociedad civil de nuestro continente.
Para promover la lucha contra los instrumentos militaristas e imperiales, los pueblos y los
países del sur debemos emprender las siguientes acciones:
1. Luchar contra el armamentismo, contra el militarismo, contra la dictadura de las armas
y el autoritarismo imperialista promoviendo el desarme de organismos y brazos
armados del Imperio Norteamericano y de otros imperios, así como el
desmantelamiento de la OTAN.
2. Concientizar y movilizar al mundo contra las guerras, contra las armas nucleares, las
bombas biológicas, la producción de armamentos, enemigas y destructoras de la
humanidad y de la madre tierra.
3. Convocar al mundo, a los pueblos del planeta, a los hombres y mujeres, a los niños, a
los abuelos y abuelas, a las comunidades, a los pueblos indígenas, a los campesinos y
trabajadores, a las clases medias, a los profesionales a movilizarnos contra la OTAN,
instrumento de la masacre, la dominación, la muerte, la invasión y el saqueo de los
recursos naturales de los pueblos y naciones.
4. Unirnos para defender nuestra Madre Tierra y nuestros recursos naturales, nuestras
fuentes energéticas y materiales, nuestras bases materiales del desarrollo y del vivir
bien creando y fortaleciendo un poderoso movimiento social en América del sur con el
espíritu combativo de los pueblos para conquistar la soberanía y la dignidad de nuestras
naciones y nuestros estados. Sin nacionalización de los recursos naturales no hay
soberanía; nacionalización es pasar el control de las riquezas y sus beneficios a manos
de los pueblos.
5. Los pueblos del mundo debemos realizar una vigilancia y un monitoreo permanente de
las acciones militaristas, las prácticas de espionaje y los planes de desestabilización, de
golpismo vestido de falsa democracia, de instalación de bases militares como la de
Guantánamo o las que se planea para América Latina y el Caribe, de sabotaje y boicot a
los procesos de cambio en curso y de los procesos liberadores emergentes de los
pueblos y los países, para ello debemos crear un “Observatorio del Neogolpismo y el
Intervencionismo Militar de Estados Unidos y su Brazo Armado la OTAN”.
6. Desarrollar acciones para liberar a los pueblos del mundo del colonialismo y desarrollar
conciencia y voluntad política liberadora de los pueblos, denunciando y promoviendo
acciones sociales y políticas de los pueblos y los gobiernos para liberar al pueblo de
cuba del bloqueo colonial defendiendo y reivindicando la revolución cubana como una
revolución de todos los pueblos del mundo y reivindicando el derecho del pueblo
argentino a romper las cadenas coloniales de ocupación de las Malvinas.
7. Fortalecer la unidad e integración efectiva de nuestros Pueblos, como el único
mecanismo real de defensa frente al ataque imperialista de la OTAN.
8. Consolidar los organismos internacionales que fortalecen la soberanía y la dignidad de
los pueblos y los estados, los acuerdos y tratados de solidaridad, de complementariedad
e integración, como el ALBA-TCP, UNASUR, CELAC, MERCOSUR y otros acuerdos
basados en el fortalecimiento del comercio de los pueblos promoviendo y fortaleciendo
acuerdos en todos los continentes en del mundo.
9. Conformar un bloque internacional antiimperialista de movilización permanente para
denunciar intervenciones militares en el mundo, en solidaridad con los pueblos
agredidos por la OTAN.
10. Realizar una gran campaña de movilización internacional para obligar a modificar la
composición y democratizar el actual Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los pueblos de los países en desarrollo deben estar representados en ese Consejo que
actualmente es excluyente y está dominado por países imperialistas con afanes de
control de nuestros recursos naturales.
ESTRATEGIA 2
ALIANZA Y MOVILIZACION DE LOS PUELOS PARA IMPEDIR LA
RESTITUCIÓN DEL NEOLIBERALISMO Y EL ALCA
Las Alianza Pacífico es una de las herramientas de la contraofensiva imperialista que tiene
componentes económicos, políticos y militares. Es parte de un lineamiento geopolítico del
imperialismo para reposicionar la dominación imperial en América Latina y el Caribe y
constituye un instrumento para revivir el ALCA.
Esta alianza ha sido diseñada para enfrentar y disputar el proyecto político y económico del
ALBA y procesos de integración como el MERCOSUR, UNASUR y CELAC, saboteando
proyectos de auténtica integración y unidad política por la soberanía
La Alianza Pacifico es la restauración del neoliberalismo privatizador, promoviendo:
mercado libre, inversión extranjera directa, privatización de recursos naturales en base a los
tratados de libre comercio.
La alianza del pacifico es una estrategia imperialista que tiene por fin apropiarse de los
recursos naturales en américa latina, para someter a los dueños de esos recursos y
subordinarlos a la lógica del mercado y avanzar hacia un esquema de dependencia
económica y política.
Ante este intento de reconstituir el neoliberalismo, los pueblos y los países del sur debemos
emprender las siguientes acciones:
1. Impedir, con la conciencia y la acción de los pueblos, toda forma de revivir y
reinventar el ALCA. La llamada Alianza del Pacífico es el instrumento para reeditar
los acuerdos regionales de libre comercio, para eliminar nuestra soberanía económica,
jurídica y para capturar nuestros recursos naturales a través de las transnacionales. Para
los pueblos libertaríos el ALCA es el acuerdo para legalizar la colonización de los
pueblos de América Latina, para detener y destruir los procesos de nacionalización de
los recursos naturales y las empresas estratégicas de los pueblos y los estados
soberanos.
2. Promover y garantizar el pleno respeto y reconocimiento a los modelos de desarrollo
definidos soberanamente por los pueblos del mundo en base a la solidaridad, la
complementariedad, el vivir bien y la armonía con la madre tierra, con independencia
de los pueblos y sin dominación colonial ni imperial.
3. Descolonizar nuestras economías, nuestros recursos naturales, nuestras sociedades y
nuestras culturas, fortaleciendo nuestras normas legales, nuestras empresas públicas,
sociales y comunitarias. Nuestros pueblos y los gobiernos dignos y soberanos deben
tener libertad de decisión sobre sus economías, sobre sus sociedades, sobre sus
recursos naturales, sobre sus empresas e inversiones, así como la capacidad para
promover el desarrollo de las fuerzas productivas en armonía con la Madre Tierra.
Nuestros proyectos soberanos y libertarios deben constituirse como proyectos
económicos alternativos que reconocen, respetan y fortalecen las estructuras
comunitarias, originarias, ancestrales de nuestros pueblos promoviendo la economía
del vivir bien distinta del capitalismo que es el socialismo.
4. Construir y fortalecer el socialismo comunitario y la economía plural, solidaria y
complementaria de los pueblos como proyecto de vida, para vivir bien en armonía con
la Madre Tierra, contrapuesto al modelo capitalista, mercantilista y depredador. Al
modelo capitalista debe contraponerse el modelo socialista, basado en empresas con
propiedad social, el reconocimiento de la economía plural, estatal y social comunitaria
5. Debemos construir la solidaridad y el apoyo mutuo entre los países y pueblos del sur,
la integración y la complementariedad para el vivir bien, independientes del imperio,
construyendo un comercio solidario y mercados justos. Los países y pueblos del sur
debemos construir una gran alianza por la soberanía y la liberación contra el
capitalismo y el imperialismo, por el vivir bien y la Madre Tierra.
6. Apoyar desde el Estado al sector productivo basado en pequeñas y micro empresas
asociadas, asociaciones social comunitarias, unidades económicas de la economía
social solidaria y cooperativas que son un gran generador de trabajo, así como
empresas estatales comprometidas con la soberanía, la dignidad de los pueblos y con la
democratización de la riqueza.
7. Luchar contra el consumismo y el mercantilismo, promoviendo POLÍTICAS PARA
CONSUMIR LO NUESTRO. El consumo de nuestros propios productos, de nuestros
alimentos sanos y saludables, debe ser una línea de acción fundamental.
8. Promover Acuerdos y Tratados del Vivir Bien como alternativas a los Tratados y
Acuerdos de Libre Comercio y de Libre Militarismo Colonial. Debemos fortalecer
nuestros propios organismos financieros en el marco de la soberanía financiera de los
pueblos, construyendo y consolidando el Banco del Sur, así como el tratado de
Comercio de los Pueblos. Debemos construir mecanismos financieros entre los países
del sur. Debemos fortalecer el MERCOSUR y promover acuerdos de integración y de
fortalecimiento de la soberanía de los pueblos.
9. Debemos lograr la soberanía tecnológica, desarrollando conocimiento, innovación, en
el marco del diálogo de saberes entre nuestros conocimientos comunitarios,
ancestrales, indígenas y campesinos, y con los conocimientos y tecnologías modernas.
10. Apoyamos al pueblo boliviano en su derecho de retorno soberano al mar y
promovemos la creación de una Coordinadora Trinacional de los Pueblos entre Bolivia,
Perú y Chile para garantizar este retorno restableciendo la armonía entre los pueblos
hermanos en el marco de la justicia y la solidaridad.
11. Construir un instrumento de acción política de los movimientos sociales para discutir
acciones para la defensa de los gobiernos que están avanzando en opciones progresistas
de América Latina y apoyar las luchas de otros procesos revolucionarios progresistas.
ESTRATEGIA 3
DESCOLONIZACIÓN Y ANTIIMPERIALISMO
El modelo de colonización impuesto por los países del norte se basa en el saqueo y el
sometimiento de nuestros pueblos, en el uso de instrumentos guerreristas, en el sabotaje a
los procesos de emancipación, a los procesos de nacionalización, en el Neo Golpismo
usando perversamente falsos argumentos democráticos, en la perversión de la democracia
para el enriquecimiento de pocos.
No es posible hablar de liberación nacional y recuperar la soberanía económica y política
sin plantearse la construcción de una visión alternativa al capitalismo salvaje, extractivista
y depredador.
Debemos fortalecer nuestra diversidad y nuestra interculturalidad para lograr la soberanía
de pensamiento y la conciencia, recuperando los saberes y conocimientos ancestrales de
nuestros pueblos.
Para promover la descolonización y el antiimperialismo, los pueblos y los países del sur
debemos emprender las siguientes acciones:
1. Crear y consolidar instrumentos políticos mundiales anticapitalistas y antiimperialistas
por la soberanía y dignidad para hacer frente a las políticas coloniales que pretenden
imponer su visión capitalista y de agresión a nuestros pueblos, a nuestros
representantes sociales y a nuestros gobernantes.
2. Organizar Consejos de Defensa antiimperialistas, en primera instancia a nivel de
organizaciones sociales, para luego promoverlos ante Foros Políticos y de Integración
de carácter multilateral como UNASUR.
3. Democratizar los organismos internacionales oficiales con participación de
representantes de movimientos sociales del mundo.
4. Impulsar la construcción de plataformas sociales que promuevan el establecimiento de
Asambleas Constituyentes en todos los Países latinoamericanos y de otros Continentes
para fundar Estados Plurinacionales.
5. Crear medios de comunicación de los movimientos sociales de América latina para
informar y transmitir las diversas experiencias de lucha, cuya Oficina Central tendrá
sede en Bolivia.
6. Expulsar las bases militares extranjeras de Estados Unidos y de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de los territorios latinoamericanos e impedir el
establecimiento de nuevas bases en Colombia, Paraguay y en cualquier país de
América Latina.
7. Institucionalizar anualmente las Cumbres Internacionales Antiimperialistas y
Anticolonialistas para profundizar la independencia y soberanía de América Latina y el
Mundo, en conmemoración de la fecha de nacimiento del Comandante Hugo Chávez
Frías (28 de julio).
8. Crear la Universidad de los Pueblos del ALBA (Hugo Chávez Frías), para descolonizar
las estructuras de educación, estructuras institucionales y estructuras mentales, para así
desarrollar nuestros propios proyectos y programas latinoamericanos que permitan el
desarrollo de la región con soberanía, dignidad, equidad e identidad.
9. Recuperar nuestros recursos naturales y nuestras empresas estratégicas por vía de la
nacionalización.
10. Exigir al imperialismo el pago de su deuda ecológica, por atentar contra la salud de
nuestros pueblos.
11. Defender y fortalecer los gobiernos anticolonialistas, anticapitalistas y antiimperialistas
en América Latina, África, Asia y otros.
12. Fortalecer y apoyar plenamente el proceso de paz en Colombia con justicia social,
como parte del fortalecimiento de los derechos humanos, económicos, sociales y
culturales de los pueblos indígenas, comunidades campesinas y trabajadores en
general.
13. Apoyar un Puerto Rico libre, exigiendo su proceso de independencia del colonialismo
norteamericano.
ESTRATEGIA 4
FORTALECIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LA MADRE
TIERRA DESDE LA VISION DE LOS PUEBLOS
Los derechos humanos desde la perspectiva del imperialismo son un medio para consolidar
un modelo de sociedad individualista, privatista, jerárquica, y donde el mercado tiene el
control y dominio sobre nuestros pueblos. Es así que el capitalismo no hace más que
debilitar y destruir los derechos humanos de los pueblos. Esta es la visión de los derechos
humanos que se ha incubado en la comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
y en otras instancias internacionales y que imponen medidas cautelares en contra de
nuestros pueblos. Esta visión y estructura de los derechos humanos ha entrado, sin
embargo, en una completa decadencia. Los pueblos ya no podemos confiar en países y en
organizaciones internacionales que dicen defender los derechos humanos pero que al final
solamente agreden a nuestros pueblos. Las acciones internacionales en contra del
Presidente Evo Morales no son solamente una vulneración del derecho internacional por
parte de los Estados imperiales, sino que también demuestran la decadencia de las
sociedades europeas.
Desde la mirada de los pueblos planteamos que los derechos humanos son el instrumento
liberador y emancipador de la patria grande. La nueva visión de los derechos humanos debe
nacer de los movimientos sociales. Es por ello que los Estados deben rendir cuentas sobre
el ejercicio de los derechos humanos a los movimientos sociales. Son los movimientos
sociales organizados los únicos que pueden garantizar el respeto irrestricto de los derechos
humanos a través de la movilización de los pueblos. La nueva mirada de los derechos
humanos debe permitir avanzar en una efectiva redistribución de la riqueza y el respeto a la
Madre Tierra de manera que permita una vida digna para todos nuestros pueblos.
Una patria grande antiimperialista es una sociedad que está basada en los derechos
humanos desde una visión propia antiimperialista y que promueve el respeto a nuestras
culturas y nuestras identidades indígenas y afrodescendientes. Esta nueva visión de los
derechos humanos tiene que basarse en tres pilares: avanzar en el reconocimiento universal
de los derechos de la Madre Tierra; garantizar el efectivo reconocimiento de los derechos
individuales y colectivos de los pueblos; y promover la plena vigencia de los derechos
económicos, sociales, culturales y ambientales.
Para construir una nueva visión de los derechos humanos y de la Madre Tierra debemos
emprender las siguientes acciones:
1. Impulsar de manera conjunta la discusión de una Declaración Universal sobre los
Derechos de la Madre Tierra recuperando la cosmovisión de nuestros pueblos
ancestrales como la base del horizonte civilizatorio del Vivir Bien, que permita
erradicar la pobreza material, social y espiritual, y alcanzar una sociedad justa,
equitativa y solidaria.
2. Impulsar la creación de nuevos mecanismos de protección de los Derechos Humanos
desde los pueblos, mediante la creación de un órgano intercontinental de movimientos
sociales paralelo a Naciones Unidas. En este marco, impulsar y promover un Pacto de
Unidad de los Pueblos de Latinoamérica y el Caribe orientado a la refundación de los
derechos humanos y para la vigilancia y protección de los derechos humanos de los
pueblos, como derechos colectivos e integrales, y de la Madre Tierra para el Vivir Bien
de nuestros pueblos.
3. Generar desde la movilización popular el respeto de la soberanía de nuestros pueblos y
de los instrumentos nacionales e internacionales que regulan los Derechos Humanos.
4. Promover y fortalecer los servicios básicos como un derecho humano.
5. Realizar el seguimiento a las denuncias presentadas por la violación al derecho
internacional por parte de Italia, Francia, España y Portugal en contra de Bolivia y
Latinoamérica, así como rechazar enérgicamente sus actitudes racistas y
discriminatorias.
6. Resaltar la importancia de los derechos humanos de las mujeres y la necesidad de
luchar para erradicar el feminicidio en nuestra región.
7. Exigir al Gobierno de los Estados Unidos el cese inmediato e incondicional del
inhumano bloqueo económico, comercial y financiero contra la República de Cuba y
su exclusión de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional;
reclamar la liberación de los cuatro héroes cubanos detenidos injustamente en los
Estados Unidos; y exigir el cierre definitivo de los centros de violación de derechos
humanos instalados en Latinoamérica por Estados Unidos, como la Cárcel de
Guantánamo; y
8. Promover el respeto de los Derechos Humanos de los y las migrantes de Latinoamérica
en el mundo.
9. Los pueblos de nuestra Patria Grande nos oponemos a que la Comisión Interamericana
de los Derechos Humanos tenga su sede en Washington, cuando los Estados Unidos no
ha suscrito los instrumentos regionales que regulan la materia. Planteamos el cambio
de sede de la CIDH hacia un país que haya ratificado la Convención Americana de los
Derechos Humanos.
ESTRATEGIA 5
LUCHA CONTRA EL ESPIONAJE Y LA INJERENCIA PARA LIBERAR A LOS
PUEBLOS DEL DOMINIO DEL TERROR IMPERIALISTA
El imperio ha decidido emprender una contraofensiva de gran impacto en Latinoamérica y
el Caribe como parte de su guerra de baja intensidad contra los países progresistas del
mundo, empleando el espionaje y la injerencia en nuestros países. El capitalismo ha creado
agencias de espionaje internacional como la CIA para reprimir la visión progresista y
liberadora de nuestros pueblos. Estas acciones en nuestros países han venido de la mano de
los regímenes dictatoriales que han derramado la sangre de nuestros pueblos. Actualmente
seguimos viviendo de manera sistemática la interferencia de la CIA y del imperio en los
gobiernos progresistas de la patria grande a través del financiamiento y apoyo a procesos
neogolpistas. La agresión del imperio estadounidense que se basa en el uso de los
instrumentos de injerencia: espionaje, golpes de Estado y el magnicidio, están generando
miedo y terror global a nivel mundial, con la finalidad de obtener y ejercer el dominio sobre
nuestros países, sin importarles los tratados internacionales y las soberanías de las naciones.
Condenamos las nuevas formas de espionaje por parte de la CIA que empleando
sofisticadas tecnologías de la comunicación han construido una red mundial de inteligencia
con múltiples tentáculos que violan la privacidad y soberanía de los países progresistas de
la patria grande. El caso de Snowden reveló este sistema mundial de espionaje perpetrado
por la Agencia de Nacional de Seguridad símil de la CIA.
Denunciamos la intromisión permanente y progresiva de las agencias de inteligencia y
espionaje imperialistas en los ámbitos económico, político, social y cultural sobre los países
que están en proceso de cambio revolucionario o progresista y sobre los movimientos
sociales que conducen nuestra liberación del sistema mundial capitalista.
Es por ello que las organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Mundo
nos declaramos en permanente vigilia, lucha y estado de emergencia frente al espionaje del
imperialismo que constituye un delito que atenta contra los derechos humanos.
Para combatir el espionaje imperialista para dominar a los pueblos debemos emprender las
siguientes acciones:
1. Frente a la cultura del miedo y el terror planteamos la cultura de la vida, y frente a la
cultura del espionaje y de la injerencia proponemos el fortalecimiento de la soberanía
de los pueblos.
2. Crear y consolidar estrategias que cuiden la soberanía de los países con gobiernos en
procesos de cambio progresista, revolucionarios y de movimientos sociales de
Latinoamérica y el mundo, para hacer frente a las diversas formas de espionaje
imperialista.
3. Exigimos a los gobiernos del mundo y a los organismos internacionales la presentación
de una demanda contra Estados Unidos por sus acciones de espionaje y por la violación
de tratados internacionales.
4. Consolidar la liberación del conocimiento y protección de los saberes de los pueblos
con soberanía tecnológica, creando nuevas normas y tecnologías que respondan a
nuestra visión cultural, y sobre la base de la ciencia libre, tecnologías libres, informática
libre, y telecomunicaciones libres.
5. Impulsar la soberanía informática en nuestros países, creando de manera inmediata una
infraestructura de comunicaciones del ALBA (ALBANET) como una red alternativa e
independiente de Internet, y el circuito de fibra óptica para América Latina y el Caribe.
6. Constituir un centro de inteligencia y contra inteligencia civil y militar Latinoamericano
en defensa de la independencia del continente potenciando la Doctrina de Defensa del
ALBA en temas de inteligencia, formando revolucionarios y revolucionarias que
enfrenten el espionaje imperialista.
7. Desarrollar mecanismos de lucha contra el espionaje a través de políticas regionales.
8. Alcanzar la soberanía informática en los países de la patria grande, nacionalizando y
potenciando el desarrollo de las empresas nacionales de telecomunicaciones bajo
control de los Estados, construyendo redes continentales de información y de
tecnología informática con software propio y libre, formando expertos en informática
con visión de servicio a nuestros pueblos e incentivando la producción de tecnologías
propias.
ESTRATEGIA 6
CONTROL DE LOS PUEBLOS SOBRE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
CONTRA EL COLONIALISMO DE LA DESINFORMACION
El imperialismo ha creado nuevas formas de dominación y opresión a nuestros pueblos, por
el que los medios de comunicación se han constituido en uno de los soportes y poderes del
imperialismo.
El orden capitalista mundial está vinculado con un orden comunicacional hegemónico que
está manejado por las corporaciones privadas de comunicación, las que persiguen objetivos
políticos, económicos y sociales en beneficio de sus propios intereses. Las redes de
comunicación están orientadas a crear mentiras, manipulación y odio para desestabilizar a
las posiciones antiimperialistas, anticolonialistas y anticapitalistas de nuestros países,
profundizando procesos disociadores, enajenantes y contrarios a los equilibrios y armonía
política, social y económica de nuestros pueblos y naciones. Esta forma de dominación se
basa en la creación de malestar social que impide el avance de los pueblos y sus gobiernos
revolucionarios. Un ejemplo de esta lógica de dominación fue el golpe mediático de Estado
perpetrado en Venezuela contra el Presidente Hugo Chávez en el año 2002, así como la
sistemática campaña comunicacional en contra del proceso de cambio liderado por el
presidente Evo Morales que buscó generar un clima de desestabilización política en
Bolivia, y la oposición política y mediática en el Ecuador. El Presidente Correa también ha
denunciado la dictadura de los negocios dedicados a la comunicación.
La apuesta de nuestros pueblos debe estar orientada a la creación de un nuevo modelo
comunicacional alejado de la hegemonía comunicacional actual que pueda generar la
democratización de los medios de comunicación, activar la participación ciudadana,
establecer un control social a la información e impulsar una educación consciente para la
recepción de mensajes de los medios de comunicación.
Es necesario por tanto impulsar la articulación de espacios comunicacionales
independientes y establecer medios alternativos y comunitarios, con redes de comunicación
popular, que permitan avanzar en la lucha contra la dominación y alienación ejercida por
los medios privados y de la necesidad de generar espacios que hagan frente a estas
macabras estrategias del neocolonialismo imperial.
Por enfrentar el odio y las mentiras comunicacionales del capitalismo debemos emprender
las siguientes:
1. Reconocer el derecho a la comunicación e información como un derecho inalienable,
impulsando la construcción de una información oportuna, veraz y equilibrada, donde
los Estados juegan un rol central en la información y comunicación de nuestros países.
2. Denunciar la actuación de la Sociedad Interamericana de Prensa, que constituye un
gremio de propietarios de empresas de comunicación, en los golpes de Estado en
Venezuela o en Honduras, o en los intentos de golpe de Estado en Bolivia y Ecuador.
3. Combatir y hacer frente a las grandes empresas trasnacionales de comunicación que
ejercen sobre los pueblos sus estrategias de dominación y enajenación, promoviendo la
transmisión de TeleSUR y Radio del Sur en todos los países de América Latina y el
Caribe.
4. Establecer y fortalecer las redes de comunicación popular (radios, televisión, redes
sociales virtuales) que articulen a movimientos sociales, comunicadores y al pueblo en
general, consolidando los espacios de articulación comunicacional existentes entre los
movimientos sociales y antiimperialistas de América Latina.
5. Consolidar la alianza de información de los pueblos basada en el acceso a una red
satelital de medios estatales y comunitarios, que integre radios y televisoras de los
diferentes movimientos sociales de nuestros países, que difunde contenidos
relacionados con las luchas de liberación de nuestros pueblos, y que promuevan el
diseño de contenidos comunicacionales en lenguas originarias.
6. Crear redes sociales virtuales del sur y al servicio de las transformaciones sociales,
independiente de las redes sociales del imperio, promoviendo el relacionamiento entre
los movimientos sociales de nuestros pueblos.
7. Organizar un Encuentro Comunicacional de los Movimientos Sociales, como espacio
necesario para el intercambio de experiencias y la discusión sobre temas estructurales
de aspecto comunicacional.
8. Organizar una Cumbre de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno para discutir temas
referidos a la ofensiva comunicacional, de la que se deriven acciones conjuntas.
FORTALECIMIENTO DE LA POTENCIA EMANCIPADORA DE LOS PUEBLOS
El mundo es hoy un escenario de disputa entre las fuerzas sociales y políticas que buscan la
superación de todas las formas de emancipación y las fuerzas del imperialismo que
apuestan a recuperar el espacio perdido y mantener las múltiples formas de dominación. De
este modo, se enfrentan la cultura de la vida y la cultura de la muerte.
Los pueblos resisten con dignidad y continúan con su lucha en defensa de la soberanía.
Primero fueron los pueblos y movimientos sociales en su lucha contra el neoliberalismo,
después de las resistencias de los pueblos se pasó en varios países de América Latina a
disputar el poder político a las clases dominantes. Venezuela fue el primer país en quebrar
el proyecto neoliberal con el triunfo de Hugo Chávez en 1998, al que luego le seguirían
Lula en Brasil y Tabaré Vásquez en Uruguay. A esos triunfos populares en las urnas, le
siguieron luego Bolivia con la victoria de Evo Morales, Rafael Correa en Ecuador, Daniel
Ortega en Nicaragua, Néstor Kirchner en Argentina y Lugo en Paraguay.
Reconocemos la herencia de la revolución cubana que abrió el camino a todos estos
gobiernos populares y defensores de las mayorías sociales. Reconocemos también la
herencia del chavismo que permitió articular un proyecto político de integración
latinoamericana bajo el horizonte del socialismo. Este es un socialismo comunitario que
nace desde nuestros propios pueblos indígenas, originarios y trabajadores, cuya memoria
larga y sabiduría nos reafirma no solo la necesidad sino la posibilidad real de construir un
orden de la vida social fuera de las lógicas del capital.
América Latina vive uno de sus ciclos más extraordinarios de toda su historia. A pesar de la
ofensiva mundial del capital y sus esfuerzos por recolonizar el planeta, con el objetivo de
apoderarse de sus recursos naturales y someter aún más a la humanidad, los pueblos del
Abya Yala, tanto desde su condición de clase como desde su condición indígena originaria
campesina, se han alzado para caminar hacia su definitiva y plena independencia. Esta
posibilidad de alcanzar la emancipación, a más de 500 años de la invasión europea y a 200
años de las gestas independentistas, no se presentó nunca antes con la fuerza que lo hace
ahora en las condiciones actuales: ascenso en el grado de organización y conciencia de los
pueblos, gobiernos revolucionarios y progresistas, líderes de una gran dimensión histórica y
el surgimiento de iniciativas de unidad e integración latinoamericana.
Pero a esos problemas estructurales, que no son otra cosa que los resabios del viejo
colonialismo, se suman otros desafíos para enfrentar los problemas del nuevo colonialismo:
la recuperación de los recursos naturales para beneficio de los pueblos; una integración que
sobre la base de lo avanzando en la última década promueva las relaciones de colaboración,
cooperación, solidaridad y complementariedad entre pueblos y Estados; y el desarrollo de
tecnología para cambiar nuestra matriz productiva sin afectar a la Madre Tierra.
Por ello, debemos fortalecer la potencia emancipadora de nuestros pueblos. Esto se basa en
la integración de los movimientos populares, e inspirados en las batallas anticoloniales,
anticapitalistas, antipatriarcales y antiimperialistas, que desde más de 500 años vienen
librándose en estas tierras y que tiene como principios fundamentales los siguientes: la
solidaridad permanente entre los pueblos, a través de acciones concretas, frente a cada una
de las luchas contra la dominación del capital, y contra todas las formas de opresión y
dominación; el respeto a la autodeterminación de los pueblos, a la soberanía nacional y
popular; la defensa irrestricta de la soberanía en todos los órdenes: política, económica,
social, cultural, territorial, alimentaria, energética; la integración tecnológica y productiva,
de acuerdo con un modelo sustentable, al servicio de los pueblos.
Llamamos a la unidad de los movimientos sociales, indígenas, campesinos, de estudiantes,
mujeres, jóvenes, clase medias, trabajadores, empresarios progresistas, académicos,
intelectuales y sectores populares en general.
Hermanos y Hermanas, expresamos al mundo nuestro compromiso con la lucha contra el
imperialismo, el capitalismo y el colonialismo para construir una sociedad más incluyente,
más participativa, más democrática, más complementaria y solidaria para vivir bien en
armonía con la Madre Tierra.
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