¿ hicieron lo humana y técnicamente posible ?
Nos unimos al regocijo de la familia minera chilena por el rescate con vida de sus 33 seres queridos. Reconocemos el temple de todas las fuerzas chilenas que convergieron para esta proeza. Sin embargo, desde la tragedia ocurrida hace 55 meses en la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos, donde el saldo fue de 65 mineros fallecidos y 8 heridos y, en consecuencia, más de 160 huérfanos, en su momento menores de edad, y en promedio casi 10 familiares afectados por cada uno de los mineros, denunciamos lo que en México no se hizo, se evitó y hasta se combatió para afrontar el sufrimiento humano de la familia minera del carbón del norte de Coahuila.
Hay diferencias abismales entre el rescate de los mineros chilenos y lo ocurrido en Pasta de Conchos:
Uno: Minera México agotó la búsqueda en menos de 48 horas, declaró muertos a los mineros en menos de 5 días, sin haber instalado un “equipo de monitoreo sísmico que ubicara a los mineros con precisión” y sin haber entregado a las cuadrillas de rescate “información confiable y temprana como planos digitales actualizados, una red de sensores de gas y señales de comunicación y rastreo de los mineros”, según un grupo de científicos mexicanos.[1] <#_ftn1>
Dos: en México se rescata a la empresa de Germán Larrea, presidida por Francisco Javier García de Quevedo y, en Chile, a los trabajadores. El gobierno mexicano nunca emplazó a Minera México de Grupo México a cumplir cabalmente con su obligación constitucional: según el artículo 123, fracción XIV, Apartado A, los empresarios son los responsables de los accidentes de trabajo de manera directa y objetiva. Al uso del Ejército y del secretario del Trabajo, Salazar Sáenz, como vocero de Minera México, se suma lo expresado por los funcionarios públicos, de la Administración Fox y de la de Calderón, en el sentido de que no existe fundamento legal alguno o facultades expresas para realizar el rescate de los restos. Alegan que el Sistema Nacional de Protección Civil de SEGOB no tiene conferida la atribución para emprenderlo y carece de facultades operativas (en dicho de Laura Gurza Jaidar: “Protección Civil rescata vivos, no muertos”). Alegan que la Secretaría de Economía se encuentra jurídicamente imposibilitada para dejar sin efectos la suspensión definitiva de los trabajos mineros que decretó, incluso aseveran que tampoco identifican precepto alguno en el orden internacional, etc. En abril de 2007, cuando la empresa unilateralmente suspende las labores de recuperación, el titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, jamás pidió a la empresa probar su dicho.
Tres: el Estado mexicano no sólo se determinó a NO rescatar a los mineros sino que les combatió por todos los medios a su alcance, incluyendo la oposición a todos los recursos jurídicos empleados por las familias.
Por otro lado, las ventas de Minera México tan sólo entre 2006 y 2007 alcanzan la cifra de 14, 098 mdd y su utilidad neta, en el mismo período, suma 3, 452 mdd. Si, como se ha informado desde Chile, el rescate en el desierto de Atacama de los 33 mineros de la mina san José tendrá un valor aproximado de 22 mdd, eso representa 0.64% de la utilidad neta de Minera México, sólo en los años más críticos del caso Pasta de Conchos. El abogado de Minera México en su comparecencia ante la Comisión Especial en la Cámara de Diputados en 2007 sostuvo que Grupo México había invertido 292 mdp, hasta esa fecha, en las labores de una aparente recuperación de los restos. No obstante, sumadas las cantidades ridículas de 180 mil pesos de reparación del daño por minero muerto, y de 750 mil pesos, cantidad que ofreció a las familias como “ayuda humanitaria”, suman 351 millones, 700 mil pesos. Es decir, unos 29.3 mdd, o sea, 0.85% de la utilidad neta del par de años referidos.
Por lo visto, el salvamento chileno resulta más barato y más eficaz que la inversión de Grupo México. ¿Qué tanto más podría haber costado su obligación como patrón? Muchísimo menos que la imagen que ha grabado en la memoria del país como una empresa socialmente irresponsable, falsa, y dada exclusivamente al lucro. Es decir, sin corazón. Eso sí, ha anunciado que invertirá en los siguientes cinco años 3,800 mdd, debido a que el Estado mexicano no ha cesado de otorgarle concesiones mineras.
La diferencia entre lo sucedido en Pasta de Conchos en comparación con la Mina San José en Chile, no es como dice el exsecretario del trabajo Salazar, ni como señala el actual Secretario del Trabajo, Javier Lozano: que en la mina de Pasta de Conchos hay gas y es explosivo y no existen las condiciones para hacer el rescate. La pregunta es, ¿por qué antes y después de Pasta de Conchos se ha rescatado a todos los mineros fallecidos desde 1902 después de explosiones, inundaciones, o derrumbes en las minas de carbón que están en la misma región y comparten el mismo yacimiento de carbón que Pasta de Conchos?[2] <#_ftn2>También es falsa y solo muestra la ignorancia de las autoridades la afirmación de que después de una explosión en las minas de carbón no hay sobrevivientes. Conocemos sobrevivientes de siniestros que sucedieron en 1988 y, desde entonces, en todos los siniestros, incluido Pasta de Conchos, hay sobrevivientes.
La diferencia entre lo sucedido en la Mina San José y en la región carbonífera de Coahuila, se expresa en lo que Paco, sobreviviente de la mina Vertical 4 señaló hace un par de semanas cuando estuvo para ser atendido en la ciudad de México: “nos dan por muertos”; en Chile los dieron por vivos, no decretaron su muerte, ni se desalentaron por los más de 700 metros que los separaban, ni por el hecho de que nunca se había intentado un rescate que superara los 300 metros de profundidad.
Prueba de esta diferencia es que hemos recolectado con los mineros del carbón Actas de Inspección sobre las Condiciones Generales de Seguridad e Higiene en lo que va del año 2010 en 32 minas de carbón de la misma región de Pasta de Conchos y el resultado de su análisis es desgarrador: ningún trabajador está a salvo, en las actuales condiciones su integridad y su vida están en grave riesgo.
Finalmente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con fecha de 24 de septiembre de 2010 y remitida el 11 de octubre, nos ha notificado que ha corrido traslado al gobierno de México sobre la petición presentada en su contra apenas en febrero de este año y “se le ha fijado un plazo de dos meses, contados desde la fecha de transmisión…para que presente sus observaciones…”. Es decir, Felipe Calderón tiene la oportunidad de reconocer la responsabilidad estatal en la tragedia Pasta de Conchos y rescatar los restos mortales de los mineros, para así colocarse en línea con el espíritu indoblegable de los chilenos, y cesar el sufrimiento de los familiares; o bien, de seguir combatiendo a las familias. Es decir, puede darles la espalda o puede sumarse a la determinación y voluntad política con que los chilenos se han conducido.
Anexo
Siniestros registrados en las minas de carbón del estado de Coahuila desde 1889 hasta hoy:
En 1889, en la Mina 6, El Hondo, primer registro documentado de un siniestro en minas de carbón en el estado de Coahuila murieron y no fueron rescatados 300 mineros. En 1902, otra vez en la Mina 6, El Hondo, mueren135 mineros; 1907: Mina 1, Esperanzas, mueren 16 mineros; 1907: Mina Tiro Nacional, mueren 5 mineros; 1908: Mina 3, Rosita, mueren 200; 1908: Mina 2, Palaú, mueren 100 mineros; 1910: Mina 2, Esperanzas, mueren 300 mineros; 1921: Mina 6, Rosita, mueren 6 mineros; 1925: Mina 4, Palaú, mueren 41 mineros; 1934: Mina 6, Rosita, mueren 57 mineros; 1936: Mina 6, Rosita, mueren 36 mineros; 1938: Mina 6, Rosita, mueren 3 mineros; 1939: Mina 5, Palaú, mueren 67 mineros; 1939: Mina 6, Rosita, mueren 7 mineros; 1942: Mina 6, Rosita, en dos siniestros mueren 4 mineros; 1948: Mina 6, Rosita, muere 1 minero; 1953: Mina 6, Rosita, mueren 10 mineros; 1968, Mina Guadalupe 2 de Barroterán, mueren 2 mineros; 1969: Mina Guadalupe 2 y 3 de Barroterán, mueren 153 mineros; 1973: Mina Don Evaristo, mueren 6 mineros; 1976: Mina 6, Rosita, mueren 2; en ese mismo año, en la Mina Sabinas mueren 7 mineros; 1979 mueren en los pocitos de Agujia 10 mineros; 1980: mueren 4 en la Mina el Mezquite; 1988: Mina 4 y medio, mueren 37 mineros; 2001 mueren 12 mineros en La Morita; 2002: mueren 13 mineros en La Espuelita, todos, absolutamente todos fueron rescatados. Y los 41 mineros que tenemos registrados después del siniestro en Pasta de Conchos, también han sido rescatados. Desde 1889, no se sabía en la región carbonífera que una empresa en contubernio con el gobierno evitara a toda costa que los mineros fueron rescatados. Y conocemos sobrevivientes, de los siniestros de la Mina 4 y medio, siniestrada en 1988, hasta los de Pasta de Conchos y de los 41 siniestros registrados de entonces a mayo de 2010.
Resultados del análisis de las Actas de Inspección sobre las Condiciones Generales de Seguridad e Higiene en lo que va de 2010 en 32 minas de carbón en la misma región:
En 17 minas (que incluyen minas subterráneas, tajos y pocitos) “la STPS ordenó restringir el acceso de los trabajadores para extraer carbón debido a que las condiciones en que se está operando ponen en riesgos su integridad y su vida”. Las 17 continúan operando y en tres de éstas han muerto 3 mineros. De 14 empresas propietarias de estas minas a las que los inspectores les solicitan exámenes médicos de inicio y de seguimiento a la salud de los mineros, 13 no los tienen, no los hacen. De 25 empresas a las que se les solicitó que exhibieran los contratos: 1 tiene contrato colectivo de trabajo; 9 tienen contratos individuales escritos por tiempo indefinido, temporal o por obra; y 15 tienen contratos verbales; de las 32 empresas, solo en 1 los trabajadores están sindicalizados. De 19 empresas a las que les solicitan la información sobre el reparto de utilidades 13 no lo hacen y 8 de éstas no hacen declaraciones anuales. De 14 empresas a las que les solicitan la información sobre pago de aguinaldos, vacaciones y primas vacacionales, 8 no lo hacen y sabemos que ni siquiera, les dan vacaciones. Ninguna de las 32 empresas ha despedido en todo este año a ningún trabajador, renuncian voluntariamente; 6 ni siquiera pueden comprobar que pagan los finiquitos y 8 empresas, periódicamente, dan baja en el IMSS a trabajadores en activo para eludir el pago de cuotas y 9 empresas pagan a destajo. De 21 minas a las que les solicitan mostrar sus medidores manuales de gas metano, 19 no los tienen. De 14 minas a las que se les pide que muestren el análisis de incombustibilidad (prueba que debe hacerse mensualmente para determinar que la cantidad de polvo inerte para evitar explosiones de polvo de carbón es suficiente) 12 no los tienen. De 21 minas a las que se les pide que muestren su análisis de riesgo para determinar áreas propensas a desprendimientos de carbón y de gas, 18 no lo tienen. De las 18 minas en las que se investiga si entregan autorrescatadores a los mineros, 16 no lo hacen y las 2 restantes les entregan a los mineros autorrescatadores que no cumplen con las condiciones para que en caso de emergencia puedan salir a la superficie desde los frentes de trabajo. Es decir, ningún trabajador esta a salvo. Por último, de 16 empresas, solo 1 tiene baños, regaderas, comedores o áreas para que los trabajadores puedan comer de forma higiénica.
Hay diferencias abismales entre el rescate de los mineros chilenos y lo ocurrido en Pasta de Conchos:
Uno: Minera México agotó la búsqueda en menos de 48 horas, declaró muertos a los mineros en menos de 5 días, sin haber instalado un “equipo de monitoreo sísmico que ubicara a los mineros con precisión” y sin haber entregado a las cuadrillas de rescate “información confiable y temprana como planos digitales actualizados, una red de sensores de gas y señales de comunicación y rastreo de los mineros”, según un grupo de científicos mexicanos.[1] <#_ftn1>
Dos: en México se rescata a la empresa de Germán Larrea, presidida por Francisco Javier García de Quevedo y, en Chile, a los trabajadores. El gobierno mexicano nunca emplazó a Minera México de Grupo México a cumplir cabalmente con su obligación constitucional: según el artículo 123, fracción XIV, Apartado A, los empresarios son los responsables de los accidentes de trabajo de manera directa y objetiva. Al uso del Ejército y del secretario del Trabajo, Salazar Sáenz, como vocero de Minera México, se suma lo expresado por los funcionarios públicos, de la Administración Fox y de la de Calderón, en el sentido de que no existe fundamento legal alguno o facultades expresas para realizar el rescate de los restos. Alegan que el Sistema Nacional de Protección Civil de SEGOB no tiene conferida la atribución para emprenderlo y carece de facultades operativas (en dicho de Laura Gurza Jaidar: “Protección Civil rescata vivos, no muertos”). Alegan que la Secretaría de Economía se encuentra jurídicamente imposibilitada para dejar sin efectos la suspensión definitiva de los trabajos mineros que decretó, incluso aseveran que tampoco identifican precepto alguno en el orden internacional, etc. En abril de 2007, cuando la empresa unilateralmente suspende las labores de recuperación, el titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, jamás pidió a la empresa probar su dicho.
Tres: el Estado mexicano no sólo se determinó a NO rescatar a los mineros sino que les combatió por todos los medios a su alcance, incluyendo la oposición a todos los recursos jurídicos empleados por las familias.
Por otro lado, las ventas de Minera México tan sólo entre 2006 y 2007 alcanzan la cifra de 14, 098 mdd y su utilidad neta, en el mismo período, suma 3, 452 mdd. Si, como se ha informado desde Chile, el rescate en el desierto de Atacama de los 33 mineros de la mina san José tendrá un valor aproximado de 22 mdd, eso representa 0.64% de la utilidad neta de Minera México, sólo en los años más críticos del caso Pasta de Conchos. El abogado de Minera México en su comparecencia ante la Comisión Especial en la Cámara de Diputados en 2007 sostuvo que Grupo México había invertido 292 mdp, hasta esa fecha, en las labores de una aparente recuperación de los restos. No obstante, sumadas las cantidades ridículas de 180 mil pesos de reparación del daño por minero muerto, y de 750 mil pesos, cantidad que ofreció a las familias como “ayuda humanitaria”, suman 351 millones, 700 mil pesos. Es decir, unos 29.3 mdd, o sea, 0.85% de la utilidad neta del par de años referidos.
Por lo visto, el salvamento chileno resulta más barato y más eficaz que la inversión de Grupo México. ¿Qué tanto más podría haber costado su obligación como patrón? Muchísimo menos que la imagen que ha grabado en la memoria del país como una empresa socialmente irresponsable, falsa, y dada exclusivamente al lucro. Es decir, sin corazón. Eso sí, ha anunciado que invertirá en los siguientes cinco años 3,800 mdd, debido a que el Estado mexicano no ha cesado de otorgarle concesiones mineras.
La diferencia entre lo sucedido en Pasta de Conchos en comparación con la Mina San José en Chile, no es como dice el exsecretario del trabajo Salazar, ni como señala el actual Secretario del Trabajo, Javier Lozano: que en la mina de Pasta de Conchos hay gas y es explosivo y no existen las condiciones para hacer el rescate. La pregunta es, ¿por qué antes y después de Pasta de Conchos se ha rescatado a todos los mineros fallecidos desde 1902 después de explosiones, inundaciones, o derrumbes en las minas de carbón que están en la misma región y comparten el mismo yacimiento de carbón que Pasta de Conchos?[2] <#_ftn2>También es falsa y solo muestra la ignorancia de las autoridades la afirmación de que después de una explosión en las minas de carbón no hay sobrevivientes. Conocemos sobrevivientes de siniestros que sucedieron en 1988 y, desde entonces, en todos los siniestros, incluido Pasta de Conchos, hay sobrevivientes.
La diferencia entre lo sucedido en la Mina San José y en la región carbonífera de Coahuila, se expresa en lo que Paco, sobreviviente de la mina Vertical 4 señaló hace un par de semanas cuando estuvo para ser atendido en la ciudad de México: “nos dan por muertos”; en Chile los dieron por vivos, no decretaron su muerte, ni se desalentaron por los más de 700 metros que los separaban, ni por el hecho de que nunca se había intentado un rescate que superara los 300 metros de profundidad.
Prueba de esta diferencia es que hemos recolectado con los mineros del carbón Actas de Inspección sobre las Condiciones Generales de Seguridad e Higiene en lo que va del año 2010 en 32 minas de carbón de la misma región de Pasta de Conchos y el resultado de su análisis es desgarrador: ningún trabajador está a salvo, en las actuales condiciones su integridad y su vida están en grave riesgo.
Finalmente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con fecha de 24 de septiembre de 2010 y remitida el 11 de octubre, nos ha notificado que ha corrido traslado al gobierno de México sobre la petición presentada en su contra apenas en febrero de este año y “se le ha fijado un plazo de dos meses, contados desde la fecha de transmisión…para que presente sus observaciones…”. Es decir, Felipe Calderón tiene la oportunidad de reconocer la responsabilidad estatal en la tragedia Pasta de Conchos y rescatar los restos mortales de los mineros, para así colocarse en línea con el espíritu indoblegable de los chilenos, y cesar el sufrimiento de los familiares; o bien, de seguir combatiendo a las familias. Es decir, puede darles la espalda o puede sumarse a la determinación y voluntad política con que los chilenos se han conducido.
Anexo
Siniestros registrados en las minas de carbón del estado de Coahuila desde 1889 hasta hoy:
En 1889, en la Mina 6, El Hondo, primer registro documentado de un siniestro en minas de carbón en el estado de Coahuila murieron y no fueron rescatados 300 mineros. En 1902, otra vez en la Mina 6, El Hondo, mueren135 mineros; 1907: Mina 1, Esperanzas, mueren 16 mineros; 1907: Mina Tiro Nacional, mueren 5 mineros; 1908: Mina 3, Rosita, mueren 200; 1908: Mina 2, Palaú, mueren 100 mineros; 1910: Mina 2, Esperanzas, mueren 300 mineros; 1921: Mina 6, Rosita, mueren 6 mineros; 1925: Mina 4, Palaú, mueren 41 mineros; 1934: Mina 6, Rosita, mueren 57 mineros; 1936: Mina 6, Rosita, mueren 36 mineros; 1938: Mina 6, Rosita, mueren 3 mineros; 1939: Mina 5, Palaú, mueren 67 mineros; 1939: Mina 6, Rosita, mueren 7 mineros; 1942: Mina 6, Rosita, en dos siniestros mueren 4 mineros; 1948: Mina 6, Rosita, muere 1 minero; 1953: Mina 6, Rosita, mueren 10 mineros; 1968, Mina Guadalupe 2 de Barroterán, mueren 2 mineros; 1969: Mina Guadalupe 2 y 3 de Barroterán, mueren 153 mineros; 1973: Mina Don Evaristo, mueren 6 mineros; 1976: Mina 6, Rosita, mueren 2; en ese mismo año, en la Mina Sabinas mueren 7 mineros; 1979 mueren en los pocitos de Agujia 10 mineros; 1980: mueren 4 en la Mina el Mezquite; 1988: Mina 4 y medio, mueren 37 mineros; 2001 mueren 12 mineros en La Morita; 2002: mueren 13 mineros en La Espuelita, todos, absolutamente todos fueron rescatados. Y los 41 mineros que tenemos registrados después del siniestro en Pasta de Conchos, también han sido rescatados. Desde 1889, no se sabía en la región carbonífera que una empresa en contubernio con el gobierno evitara a toda costa que los mineros fueron rescatados. Y conocemos sobrevivientes, de los siniestros de la Mina 4 y medio, siniestrada en 1988, hasta los de Pasta de Conchos y de los 41 siniestros registrados de entonces a mayo de 2010.
Resultados del análisis de las Actas de Inspección sobre las Condiciones Generales de Seguridad e Higiene en lo que va de 2010 en 32 minas de carbón en la misma región:
En 17 minas (que incluyen minas subterráneas, tajos y pocitos) “la STPS ordenó restringir el acceso de los trabajadores para extraer carbón debido a que las condiciones en que se está operando ponen en riesgos su integridad y su vida”. Las 17 continúan operando y en tres de éstas han muerto 3 mineros. De 14 empresas propietarias de estas minas a las que los inspectores les solicitan exámenes médicos de inicio y de seguimiento a la salud de los mineros, 13 no los tienen, no los hacen. De 25 empresas a las que se les solicitó que exhibieran los contratos: 1 tiene contrato colectivo de trabajo; 9 tienen contratos individuales escritos por tiempo indefinido, temporal o por obra; y 15 tienen contratos verbales; de las 32 empresas, solo en 1 los trabajadores están sindicalizados. De 19 empresas a las que les solicitan la información sobre el reparto de utilidades 13 no lo hacen y 8 de éstas no hacen declaraciones anuales. De 14 empresas a las que les solicitan la información sobre pago de aguinaldos, vacaciones y primas vacacionales, 8 no lo hacen y sabemos que ni siquiera, les dan vacaciones. Ninguna de las 32 empresas ha despedido en todo este año a ningún trabajador, renuncian voluntariamente; 6 ni siquiera pueden comprobar que pagan los finiquitos y 8 empresas, periódicamente, dan baja en el IMSS a trabajadores en activo para eludir el pago de cuotas y 9 empresas pagan a destajo. De 21 minas a las que les solicitan mostrar sus medidores manuales de gas metano, 19 no los tienen. De 14 minas a las que se les pide que muestren el análisis de incombustibilidad (prueba que debe hacerse mensualmente para determinar que la cantidad de polvo inerte para evitar explosiones de polvo de carbón es suficiente) 12 no los tienen. De 21 minas a las que se les pide que muestren su análisis de riesgo para determinar áreas propensas a desprendimientos de carbón y de gas, 18 no lo tienen. De las 18 minas en las que se investiga si entregan autorrescatadores a los mineros, 16 no lo hacen y las 2 restantes les entregan a los mineros autorrescatadores que no cumplen con las condiciones para que en caso de emergencia puedan salir a la superficie desde los frentes de trabajo. Es decir, ningún trabajador esta a salvo. Por último, de 16 empresas, solo 1 tiene baños, regaderas, comedores o áreas para que los trabajadores puedan comer de forma higiénica.
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