Nuevamente acudí a la cita. No encontré nubes abajo de mi mirada, como en Huautla, tampoco mis pies se llenaron de lodo ancestral, ese lodo que lastima los andares y hace que tardemos más para llegar a casa.
Huautla y la mujer ignorada por el tiempo,pero también por una sociedad arrogante y frívola, donde ella: María Sabina, se pierde entre cavilaciones y anhelos y camina entre esos mares de lodo, construyendo asideras para que los mundos no se colisionen.
“Soy la mujer libre que está debajo
del agua
Porque soy el agua que mira,
Porque soy la mujer sabia en medicina,
Porque soy la mujer yerbera
Porque soy la mujer de la brisa
Porque soy la mujer del rocío.
Vengo con mis trece chuparrosas
Soy mujer que mira hacia adentro
soy mujer que mira hacia adentro
soy mujer que mira hacia adentro
soy mujer día
soy mujer noche
soy mujer que truena
soy mujer de sangre
Porque soy la mujer estrella-Dios
La mujer estrella cruz
Porque puedo nadar en lo grandioso
Porque mi agua es la del infinito
Soy la mujer que resiste
Soy la mujer del bien
soy mujer piedra del sol sagrada
soy mujer que mira hacia adentro
soy la mujer Jesucristo,
soy la mujer Jesucristo,
soy la mujer Jesucristo
Soy mujer que truena
soy mujer estrella grande
soy mujer estrella cruz,
soy mujer luna,
soy mujer de luz”.
Muchos años después, Andrés Manuel pernocta en Huautla, unas horas, acaso unos minutos para dar el grito, habla, mira a ese pueblo mágico que está en espera de que entre todos podamos construir un mundo nuevo.
Aquí en el Zócalo lluvia de sonidos potentísimos, decibeles violadores de conciencias y de oídos indefensos. Al fondo, si entras por Madero, como siempre, luces que evocan un espectáculo de luces preparado para sorprender la inocencia, pero también festejar, por solo un día , que tenemos identidad, que vagamos solos por el mundo y que, cualquier tertulia es buena para olvidar por un ratito, que tenemos bajos salarios, o simplemente que nos hemos incorporado al comercio informal, ya que no tenemos trabajo.
Me incorporé al área de prensa, siempre por el amable trato de los organizadores del Grito de los Libres. A lo lejos el Froylán trabajando, coordinando los trabajos previos junto con la raza de Flor y Canto; arriba Rosario Ibarra de Piedra, mi paisana, mi compañera, mi amiga que es un referente en la lucha social, deleitada con las imagenes que sus ojos transportaban a su alma, a su corazón ávido de luces y de sombras.
Hubo una serie de de rumores, la verdad, es que los dirigentes ya se habían puesto de acuerdo, pero se vale, - ¿ vas a generar inseguridad en contra de las bases ? no podemos transitar por el mundo con una idea frívola de lo que es la lucha social, pero el escenario era de un campo minado, por un lado, por el deseo de transformar la sociedad en la que vivimos, por el otro, una idea arropada por la arrogancia, un país que nunca jamás ayudaron a construir, porque este debiera ser con elementos de equidad, de justicia, de amor; pero ellos, los azules, se organizaron para golpear al gobierno de mi General Lázaro Cárdenas y formaron al PAN, se vale, sobre la idea de que en toda sociedad democrática todos tenemos espacio, seamos importantes o no, estemos organizados o no, pero ponderando que estamos en este espacio para que fraternalmente hagamos de este mundo, un espacio donde todos quepamos, así, simplemente.
Los fuegos de artificio pudieron más que las palabras. Mariana Soane, festiva, gritó, dijo, bailó y mostró sus encantos - que son muchos, aunque plastificados -, pero ni así la gente se quedó. Hubo necesidad de transportar gente del Estado de México y ubicarlos entre vallas, para que disfrutaran de la mexicana alegría, los restaurantes semivacios,.Finalmente, el poder tuvo la posibilidad de tener algunos momentos de gloria, aunque tuvo al pueblo de lejecitos, más allá de donde las piedras y cualquier elemento lastimante no pudiera efectar la integridad física de Fe Cal. Un Presidente electo por los tribunales con titubeos, aunque él se califica como el hijo desobediente, que reta a propios y extraños y llevaq a la parada militar a sus retoños vestidos de militaritos, si , chiquitos ellos, pero ya mostrando que vestirese de verde es un recurso de formación de su afamnado y cuestionado padre.
Finalmente estuvo ahí, gritó, gesticuló, ante un Zócalo que no le pertenece, después de gritar, de sonrisas como muecas; se fue a dirimir con su soledad la legitimidad que está ausente y taladra sus sentidos. En las noches, en la soledad, en el encuentro con su yo interno, cuando esos excesos verbales no tienen sentido. Los de afuera, la prole, los de abajo seguíamos cantando, bailando; para que este rito de la fertilidad y la vida, tenga destinatarios.
Gracias, SomosUnoRadio, arengando desde una plancha pletórica de principios y de soledad, finalmente.
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