Ayer 14 de Septiembre estuve en el Zócalo de la Ciudad de México, la primera impresión: rueda de la fortuna, fiesta popular, algarabía, gusto por los festejos patrios. Debo decir que entré por Madero, tras un recorrido de más de 30 kilómetros, pero vivir el trabajo de los compañeros que organizaron El Grito de los Libres, más la necesidad personal de ver que el movimiento está vivo hizo el milagro: paciencia, tiempo, dinero del taxi.Al final una plaza que recuerda los mejores tiempos de un pueblo que tiene color, tiene palabra y tiene decisión. Al fondo de este escenario, el Palacio nacional, majestuoso, luz, mucha luz intensa, blanca. Una vez que pude enfocar la mirada, una valla, policia federal y una soledad producto del fraude. Los policias resguardan la seguridad, de lado izquierdo viendo el Palacio Nacional, de frente, un templete donde Ocesa, prueba sonido y luces para el espectáculo mediático.
Lo relevante es que recargados en las vallas represoras, gente del pueblo, no se trata de gente acarreada o pagada con los dineros del erario público: súbitamente aparecen pancartas, unas improvisadas, otras ya adheridas a esas vallas que limitan la fiesta del pueblo y la soledad del fraude. La gente grita, dice: ¡ ES UN HONOR ESTAR CON OBRADOR ! y esa voz contundente y sincera se pierde al fondo de las soledades de palacio, donde la intriga, la prepotencia, la arrogancia de sentirse arropado por el poder del dinero, emite un sonido ensordecedor, reconocido por enterados como guerra sicológica, se estan reproduciendo formas utilizadas para reducir la voluntad del pueblo que se expresa. ¿ A quién quieren asustar, claman voces indignadas ?, una vez que el sonido afecta más a los estratégicos de gobernación, del EMP, este se silencia y la impresion, entonces, es de que están más solos que nunca. Atrás de las vallas de la ignominia, crecen las voces: ¡ Es más fuerte la indignación que su pinche ruido ! se escucha, mientras el pueblo, representado por mujeres y hombres libres arengan: ¡ Es un honor estar con Obrador ! ¡ Presidente ! ¡ Presidente ! ¡ Presidente !
Ya no es posible seguir, viendo la voluntad férrea, las tiendas de campaña, el Froylán trabajando y construyendo puentes de comunicación, me retiro, los tiempos son terribles, el cansancio lo es más. SomosUno Radio de Monterrey, capital del conservadurismo criollo, informando desde la Capital de la IV República.
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