David Cilia Olmos: Estoy e Huaajuapan de León Oaxaca, dentro de una hora o dos saldremos hacia la ciudad de México, tuvimos que pernoctar aquí pues mi hijo requirió de un cambio de gasas.
Quiero por tu conducto enviar a todas las personas que se preocuparon y contribuyeron a la localización y rescate de David Cilia García y de Erika Ramirez. Si ni hubieramos actuado todos con intensidad mi hijo estaría probablemente en una montaña inmpenetrable en riesgo de perder la vida. Quiero hacer un reconocimiento especial a Erika Ramírez quién pudiendo escapar, eligió continuar a lado de mi hijo hasta el final, al costo que fuera y a los compañeros del Municipio Autónomo de San Juan Copala quienes también arriesgaron su vida para ayudarnos a materializar el rescate de mi hijo.
Por el momento no tengo mi teléfono, durante la búsqueda en algún lugar de la montaña se quedó junto con mis lentes, pero a partir del lunes al medio día tendré el mismo número. Mientras tanto mi celular es 953 110 2690.
Desde el momento en que les envié el correo anterior a este, el martes por la noche, luego de enterarme de los hechos, me puse en contacto con Carmen Cariño cuya hermana estaba desaparecida al igual que mi hijo. Decidimos trasladarnos a la zona, fueron 10 horas de angustia que vivimos juntos, ella buscándo a su hermana y yo buscándo a mi hijo, esta circunstancia nos hermanó por lo que la muerte de Alberta Cariño significa para mi la muerte de alguien entrañable.
Tal vez la verdad de estos acontecimientos nunca se difunda, pero existe, la recuperación de mi hijo y de Erika Ramirez no es el final feliz de de un cuento de hadas, tuve la oportunidad en la montaña de entrevistarme con las mujeres del Municipio Autónomo de San Juan Copala quienes se encuentran en medio de montañas sitiadas por los paramilitartes y no pueden salir de la zona pues las asesinan, no pueden comunicarse pues los paramilitares le han cortado la luz electrica y todos los servicios y no tienen ni siquiera que comer o como atender a sus heridos. Ellos estan viviendo todos los días, a cada segundo el mismo drama que vivió mi hijo. Las mujeres del municipio Autónomo San Juan Copala que en la montaña gritaron junto conmigo el nombre de mi hijo y de Erika me pidieron que transmitiera este mensaje al mundo, yo espero que ustedes puedan reenviar este mensaje a todos los lugares donde haya alguien que lo pueda escuchar.
La operación fue exitosa, el final no es feliz.
Estoy muy orgulloso de mi hijo, el ha vivido una situación extrema y actuó con acertividad que es lo primero y con valor que se necesitaba. Estoy muy orgulloso de que el tenga compañeros de trabajo como los que tiene y especialmente estoy muy orgulloso de contar entre mis amigos a gentes como ustedes y gente como Miguel Badillo, mi camarada, mi hermano.
Gracias por su solidaridad.
Compruebo lo que dice Ariadne. Solo se cumplen los sueños de los que sueñan.
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