Monday, July 09, 2007

PRD PERDERÍA EL 52.7% DE SUS VOTOS SIN EL PEJE


Del Sendero del Peje...

Recientemente a Carlos Navarrete, líder de la bancada del PRD en el senador, se le ocurrió ponerse a darle de patadas al pesebre. Tuvo la puntada de decir en el programa de Carmen Aristegui, por ejemplo, que el peje cometió un error al criticar a los moderados. Luego se le ocurrió la estupidez de decir en la plenaria del PRD que el PRD es el principal apoyo que tiene el peje "a futuro." Es decir, dio a entender que sin el PRD el peje no podría contender para la presidencia nuevamente.

Pero ayer El Universal publicó un artículo que muestra más bien todo lo contrario. Que el que no va a llegar muy lejos SIN EL PEJE es el PRD.

Este es el artículo:


LÓPEZ OBRADOR, la encrucijada del PRD

Por Alberto Aguirre

La noche del 3 de julio, lo que sería un festejo se transformó en ruptura en las oficinas de Andrés Manuel López Obrador. Junto con sus principales colaboradores, el “presidente legítimo” discutía con los coordinadores parlamentarios y los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia la estrategia de las próximas semanas. Apenas hubo tiempo para elogios mutuos, luego de la protesta contra el fraude que reunió a decenas de miles en el zócalo en la víspera.

El tema era la reforma fiscal y la promesa del coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete Ruiz, de que en dos días harían pública la propuesta del Frente Amplio Progresista (FAP). Se impuso López Obrador: si no presentan la propuesta elaborada por Mario di Constanzo y Rogelio Ramírez de la O, irá sin la firma de los legisladores del PRD. Al diablo con la posibilidad de acuerdos con el gobierno calderonista. Al diablo también con los consensos internos. En el entorno lopezobradorista, ya quieren cambiarle el significado al acrónimo del FAP: “Quieren un Frente Amplio Antipejista”, se quejan.

Es como si el PRD se hubiera congelado en el tiempo. Entre2000 y 2007 ha visto pasar tres procesos electorales federales, dos candidatos presidenciales y cuatro presidentes nacionales, pero su preferencia electoral está estancada. La posición de segunda fuerza electoral, obtenida el año pasado con 35.33% a favor de Andrés Manuel López Obrador y la coalición Por el Bien de Todos palidece frente a los resultados en los siete comicios celebrados en los últimos 12 meses y los más recientes sondeos de opinión. De acuerdo con el último reporte de la empresa Ipsos- Bimsa, apenas 16.7% delos electores darían su voto al PRD en las próximas elecciones federales.

Ideológicamente atrapado entre “moderados” y “radicales ”, reacio a reconocer un nuevo “líder moral” en Andrés Manuel López Obrador y sin triunfos electorales notables el último año, el PRD encara una de las crisis más severas de su historia, sostiene Roy Campos Ezquerra, director ejecutivo de Consulta-Mitofsky. La era posterior a los comicios presidenciales del 2006 ha sido trágica. Ni siquiera en Chiapas, donde el ex priísta Juan Sabines, arropado por el sol azteca, ganó las elecciones para gobernador con una ventaja de apenas medio punto porcentual, oculta la dimensión de sus fracasos electorales recientes, inversamente proporcionales al fortalecimiento del PRI.

En Tabasco, César Raúl Ojeda quedó 10 puntos abajo del priísta Andrés Granier; en Yucatán, después del affaire Payán, obtuvo 3% de los votos, cuando el 2 de julio de 2006 había alcanzado 16%. Al desastre zacatecano del pasado fin de semana, debe sumar los descalabros de Chihuahua, con 4% de la votación estatal, y Durango, con 5% de los votos, menos de la mitad de su promedio estatal histórico.

Detrás de esa debilidad electoral está la fragmentación electoral del FAP, que a pesar de los exhortos de López Obrador, nunca se concretó en los 14 estados concomicios locales esteaño. El PT jugó las veces de cismático: al margen del PRD y Convergencia ha postulado candidatos en Zacatecas y Michoacán, mientras que de plano se alió al PRI en Baja California.

A media semana, en las altas esferas del PRD daban por seguro que después del 2 de julio de 2007 el senador Ricardo Monreal Ávila podrá cumplir su deseo de llegar a la dirigencia nacional de un partido político. “Ahora que lo echemos”, subrayaban algunos líderes del partido del sol azteca que prefirieron omitir su nombre, “el PT podrá aclamarlo como su presidente nacional. Y López Obrador hará lo que ya no puede hacer en el PRD: mandar sin oposición”.

Con la espada de Damocles encima, el ex gobernador de Zacatecas fue víctima del escarnio:“Oportunista”, le llamó el actual presidente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, quien bien sabe lo que es carecer del voto de confianza de las principales corrientes del perredismo. “Compadre: recuerde que más vale reconciliarse con su primer mujer que casarse por tercera vez”, le dijo Jesús Murillo Karam, secretario general del PRI, quien le reabrió las puertas del tricolor, en caso de que la militancia perredista de Monreal Ávila termine próximamente.

La presunta traición del monrealismo al PRD oculta, sin embargo, las pugnas entre el “presidente legítimo”y los cinco gobernadores de extracción perredista. Uno de los capítulos centrales de ese pleito ocurrió hace seis meses. De gira por Zacatecas, López Obrador acudió a la casa de Amalia García para cenar con legisladores y alcaldes zacatecanos. Lo que fue planeado como un reencuentro resultó todo lo contrario. El ex candidato presidencial se quejó de la falta de apoyo y censuró el diálogo que los gobernadores del PRD trataban de iniciar con la administración federal. Era la segunda quincena de enero y López Obrador dejó en claro en quién confiaba: Ricardo Monreal, anunció, se hará cargo del programa de credencialización para los representantes del “gobierno legítimo”, que recién comenzaba.

La gobernadora consideró imperdonable la afrenta, pues además del regaño, López Obrador relevó en público a Manuel Camacho Solís, quien de común acuerdo hubiera fungido como enlace entre el perredismo zacatecano y la estructura lopezobradorista.

Vino después la disputa entre Monreal y García por las nominaciones. Personajes cercanos al ex gobernador, como los ex diputados federales Guillermo Huízar y Arturo Nahle, y su hermano David, fueron derrotados en las contiendas internas y de inmediato aceptaron las candidaturas que les ofreció el PT. Al menos en dos ocasiones hubo oportunidad de solventar la ruptura. Una, cuando Monreal notificó a la dirigencia perredista que no apoyaría al PT si uno de sus allegados ocupaba el primer lugar de la lista de plurinominales. La otra, 10 días antes de los comicios, cuando Monreal propuso una alianza de facto PRD-PT, extensiva para la capital y Fresnillo, siempre y cuando la candidata del sol azteca declinara a favor de su hermano. En ambas, no obtuvo respuesta del otro lado.


La revisión de los resultados electorales del pasado domingo muestra que la escisión entre los partidos que conforman el FAP impidió que la izquierda mantuviera el control político en Zacatecas. La suma de los votos obtenidos por la coalición PRD-Convergencia y PT los hubiera hecho ganar en 32 de los 59 municipios y en 12 de los 18 distritos de la entidad.

Aunque la alianza PRD-Convergencia se quedó con 32% de la votación estatal, su predominio es endeble, dado los triunfos del PAN. Si el FAP hubiera nominado candidatos conjuntamente,hubiera ganado en esos municipios. Se habría llevado carro completo:con 47% de la votación estatal, prácticamente la misma con la que García llegó a la gubernatura. José Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del CEN perredista, equiparó al ex mandatario zacatecano con Elba Esther Gordillo, mientras que Leonel Cota de plano calificó la situación como el caso de colaboracionismo con otros partidos más grave en la historia del PRD. “No hay duda que Monreal jugó un papel muy censurable y que tiene que revisarse, como tampoco hay duda que se equivocó quien le cerró el paso a Monreal”, describió Gerardo Fernández Noroña, secretario de Comunicación del CEN perredista, quien llamó a los líderes de las principales corrientes partidistas amantener “la cabeza fría” y no ahondar en la división interna. El favoritismo de López Obrador hacia algunos perredistas opuestos a los gobernadores es el denominador común que en buena medida explica sus conflictos. Con el mandatario de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, tiene un diferendo motivado por el patrocinio de López Obrador al alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio; mientras que el apoyo a la nominación del senador Leonel Godoy Rangel como candidato al gobierno de Michoacán ahondó la incompatibilidad con el cardenismo y redujo las aspiraciones del mandatario de aquella entidad, Lázaro Cárdenas Batel, de buscar la dirigencia nacional del sol azteca.

La gobernadora de Zacatecases también la principal lideresa de Foro Nuevo Sol, una de las tres corrientes hegemónicas dentro del PRD. Pero Nueva Izquierda, el agrupamiento encabezado por el ex senador Jesús Ortega Martínez, también está en línea de colisión con López Obrador. Una facción de Los Chuchos generó un debate interno, a finales del año pasado, al proponer alianzas electorales con el PRI, pero fue vetada por el ex candidato presidencial.

Y hace tres meses, Foro Nuevo Sol y Nueva Izquierda pactaron un frente común para oponerse al intento lopezobradorista de llevar al ex jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, a la presidencia nacional del partido. “El PRD no merece seguir acotado. Se requiere de un liderazgo, dinámico, con autoridad moral y capaz de dialogar con las demás fuerzas políticas”, comentó Ortega Martínez en ese entonces, sin descartar su nominación al cargo.

En el entorno cercano a AMLO acreditan su aislamiento de las corrientes y su beligerancia con los gobernadores ante la prioridad de consolidar la resistencia al llamado gobierno espurio. “A un año del fraude electoral, se cumplió el objetivo: Andrés Manuel se posicionó como el verdadero líder de la oposición en México. Ese es el papel que jugará en los próximos años, al margen del PRD”, confió uno de sus colaboradores.

El diseño estratégico, ahondó, establece tres rutas para el avance de lo que llama “el movimiento democrático ”: una social, encabezada por López Obrador, con una agenda “de contraste” frente al gobierno federal; una legislativa, que buscará bloquear las “reformas estructurales” calderonistas con su proyecto alternativo, y sin posibilidad de negociación, más que al momento de votar iniciativas específicas; y una tercera, de corte electoral, que buscará incrementar el número actual de autoridades locales y legisladores sin importar el sello partidista.



Con lo único que no estoy de acuerdo con esta nota es con eso de que Raúl Ojeda perdió por 10 puntos porcentuales. Lo que hubo en Tabasco fue un fraude electoral enorme y en El Universal lo saben, pero se hacen pendejos.

Ahora bien, respecto al resto de la nota lo que me queda claro es esto:

1. El PRD sin el peje y sin el FAP en la boleta electoral perdería más de la mitad de los votos que tuvo en 2006. 52.7% de los electores que votaron por la coalición por el bien de todos (basados en los porcentajes oficiales, por que si nos basamos en los porcentajes REALES el porcentaje es mucho mayor) NO VOTARÁ POR EL PRD en las próximas elecciones federales a menos de que sepan que será en apoyo al peje. PUNTO.

2. Si el PRD hubiera seguido los lineamientos del peje, y gente como Amalia García o Chucho Ortega no hubieran hecho todo lo que fue posible por fragmentar al FAP, el PRD hubiera logrado triunfos electorales contundentes.

3. La necedad de los chuchos y de los amalios por darle las nalgas a fecal le está costando al PRD conservar el apoyo electoral que el peje ganó para el PRD. De nuevo: se trata del 52.7% de los votos que tuvo el PRD. Y el PRD está perdiendo esos votos por que la gente votó por el peje y por su proyecto, no por el PRD.

4. El PRD no tiene ni proyecto ni futuro mientras sus principales corrientes internas sigan viendo exclusivamente por el beneficio propio y les valga madre el mandato de la gente.

5. Cabe preguntarnos si esto está pasando por que los chuchos ya hicieron un arreglo con el gobierno ESPURIO para derrumbar lo que logró construir el peje. De ser así, a quienes se tiene que expulsar del PRD es a los chuchos. PUNTO.

Lo que resulta francamente patético es que el PRD esté haciéndose el harakiri de esta manera. ¿DE VERDAD están dispuestos a perder casi el 53% de los votos que tuvieron en 2006 nadamás por la necedad de no hacerle caso al político que logró que el PRD tuviera todos esos votos?

¿De verdad son así de PENDEJOS en el PRD?

Por que los números ahí están. El peje no ha perdido apoyo popular. Y la marcha del primero de Julio así lo demuestra. En cambio el PRD como partido ha retrocedido de manera estepitosa por lo menos en las últimas elecciones estatales. ¿De dónde CHINGADOS saca entonces Carlos Navarrete que el que necesita del PRD es el peje? ¿No será más bien al revés?

Lo que el PRD parece no saber (o no QUERER saber) es que los que están hartos de esta situación son los ciudadanos. Vaya, a este blog no pocas veces han escrito varios lectores ya no sugiriendo sino de plano exigiendo que el peje mande a volar al PRD y funde su propio partido. Y lo hacen por que lo que ven en el PRD es oposición a lo que el peje representa: un proyecto alternativo de nación.

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