Thursday, November 20, 2008

ANTE LA DETENCIÓN DEL *COMPAÑERO...

* Referente al corresponsal de Kaos en la Red en Colombia

No podrán criminalizar la esperanza!

Diana Cordero de Insurrectasypunto 20/11/2008

Criminalizar las luchas forma parte del libreto neoliberal, que no solo aplica su cruel modelo económico y social, sino también las políticas de seguridad bajo la forma de terrorismo de estado destinadas a ejercer la más salvaje represión en pos de lograr el exterminio de las luchadoras y luchadores sociales que proponen un cambio a este estado de cosas.

El gobierno genocida de Uribe, acusa de “terrorista” justamente a aquellos que buscan mediante su militancia alcanzar la paz y la justicia. Ese gobierno sobre el cual pesan miles de personas asesinadas, desplazadas, detenidas, torturadas y perseguidas judicialmente, hoy ya no encuentra más salida que la de continuar imponiendo el terror de una manera cada vez más contundente, en un intento desesperado de frenar la convulsión social que se extiende por todo el país.

Este dispositivo represivo, se dirige especialmente contra los sectores históricamente excluidos, en un intento (logrado)de criminalizar la pobreza y a todos aquellos grupos como los indígenas y los afrodescendientes que se encuentran en los últimos peldaños de la escala socioeconómica y son las primeras víctimas del hambre y la miseria, pero que a su vez son los más organizados y aguerridos a la hora de mostrar su resistencia y pelear por sus demandas.

Criminalizar la pobreza, las protestas o las luchas sociales emergentes, consigue legitimar la acción represiva por parte de las fuerzas de seguridad. Criminalizar es la forma de efectuar una nefasta operación de inteligencia: se logra el corrimiento del accionar de los movimientos sociales ya que se desplaza su lucha eminentemente política y se la sitúa en el ámbito del terrorismo, de la subversión, de las acciones penales, de los delitos. A esto sobreviene la perversa persecución de aquellos a los que el estado llamará “enemigos sociales de la patria y del orden institucional” y a quienes por lo tanto, deberá aplicar toda su potencia represiva para salvaguardar aquella “paz social” que éstos amenazan desestabilizar.

Así, en Colombia, impera el orden y las reglas que impone el terrorismo de Estado, caracterizado por el uso sistemático de la violencia, a través de mecanismos ilegales ejercidos por los aparatos militares, paramilitares y policiales, que viola con absoluta impunidad y en forma sistemática los derechos humanos, sembrando el miedo en gran parte de la población.

La violencia institucional no es un exceso, como dice el profesor Esteban Rodríguez, “La violencia institucional no es un efecto disfuncional del sistema sino la manera de gobernar, en última instancia, los conflictos sociales que no puede cooptar, que no se pueden “poner en caja” o gestionar a través de las prácticas políticas”.

Pero como toda acción represiva cuenta al menos con una parte de consenso social: deberemos mirar hacia la derecha colombiana, que ocupa su lugar en el gobierno o en los grandes grupos económicos, que es la primera en propiciar y avalar la represión y criminalización de los movimientos sociales, ya que estos constituyen una amenaza para su supervivencia.

En esta tarea de transformar en delito toda lucha de los sectores populares, trabajan incansablemente los medios (las empresas) de comunicación masiva, que logran a través del ocultamiento y la distorsión de la realidad social existente la justificación (ante la sociedad civil) del accionar violento del terrorismo de estado.

Los mecanismos sutiles y no tan sutiles, ya forman parte de la vida cotidianade estos miles de luchadoras y luchadores que enfrentan día a día la difícil tarea de construir otro mundo posible, pero esto no los exime de atravesar el terror, la persecución y la presión constante ejercida en aras de que desistan de su lucha.

El compañero de Kaos en Colombia, J Manuel Arango, es uno de esos luchadores. Persistente, solidario, “férreo defensor de los Derechos Humanos, que tanto viola el gobierno de Álvaro Uribe, y un participante constante contra la desinformación diaria que existe en Colombia e internacionalmente, acción que le ha producido ser candidato al premio Lorenzo Natali en periodismo en el 2008”.como dice la nota en portada. J Manuel Arango, es uno más de los tantos que trabajan en un medio hostil y con presiones permanentes, que en este caso se han plasmado en su arbitraria e injusta detención.

J. Manuel Arango vive en un país en el cual*:

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