Open your mind, your heart to other cultures
Abra su mente, su corazón a otras culturas
You will be a better person
Usted será una mejor persona
RM
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You will be a better person
Usted será una mejor persona
RM
La Petit Emilia, perra, con el Perro Solitario, dedicándole las gracias a los amigos.
Photo by Maricio Collazos
Colombia
Viviendo en Argentina
Biografía Espacial De La Cápsula
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El Jodido.
Vencido y doblado por un duende bajo, ya era viejo a los cinco años. No interesa si fue de repente, si cayéndole como baldazo de agua helada arrojado del balcón, un día en que estaba condenado a invierno.
Silencios de distancias le escapaban por la mirilla de los ojos, decapitando medidas, con sus pestañas microscópicas entrecerradas, giraba, barriendo todo el campo, mientras pescaba prominencias y esbozos, lleno de antena y olfato.
Tísico de los oídos, enrejado tras las puertas donde por el rabillo de luz, entrever, de los demás las oscuridades. Nube de sombra coronaban sus parpados de banana inflados de cuento, enemigo del físico ejercicio, la mente se le llenaba de latigazos eléctricos, la usina le estallaba por los ojos, a veces, cuando la cortina impávida de su constante había bajado defensa.
Acogotó todas las muñecas de su hermana una mañana de bronca de una primavera llena de flores, molió pétalos rojos de las plantas más inmundas a las que le agregó ajo crudo, el lugar del crimen hedía a cadáveres en descomposición destartalados en la alfombra, untados de muerte, con desesperación y paciencia.
Acostumbrándose a lo nuevo, a la reposición indiscriminada, rápida, en explicita conminación a no llorar nunca, porque no se debía llorar nunca. Costumbres de la casa. El dolor abominable de la existencia era un sentimiento del espíritu para pobres o para los insalvables miserables. No era su culpa que el mundo estuviese ordenado así, como siempre fue, como siempre sería. Pobre y bueno: ¡Una graciosa ironía!
Niño o bebe que quizás lo guillotinase un dialogo de sus padres que no debió haber escuchado nunca, …peleas, cosas graves que se dicen, agriando desde la carne el alma, la que inmediatamente, cierra la puerta del espíritu, o quizás, un grito inoportuno que buscó cegarle, vengando supuestas seguridades, con un mandoble en la luz para toda la vida, lo abolló, hasta su día final, ya con el retorcimiento de la ancianidad última, ya en tarde de frío, ya en hospital público cualquiera, donde lo traspasaron de otro, no había lugar, según se dijeron entre camilleros y por órdenes de gente desconocida.
Arrastró un largo dolor, apenamiento del agazapado, supo no pensar nunca en ninguna libertad, aprendió a obedecer mientras planeaba, y fue tanto y tanto lo que planeó, que siempre obedeció y nunca hizo nada.
Silencios de distancias le escapaban por la mirilla de los ojos, decapitando medidas, con sus pestañas microscópicas entrecerradas, giraba, barriendo todo el campo, mientras pescaba prominencias y esbozos, lleno de antena y olfato.
Tísico de los oídos, enrejado tras las puertas donde por el rabillo de luz, entrever, de los demás las oscuridades. Nube de sombra coronaban sus parpados de banana inflados de cuento, enemigo del físico ejercicio, la mente se le llenaba de latigazos eléctricos, la usina le estallaba por los ojos, a veces, cuando la cortina impávida de su constante había bajado defensa.
Acogotó todas las muñecas de su hermana una mañana de bronca de una primavera llena de flores, molió pétalos rojos de las plantas más inmundas a las que le agregó ajo crudo, el lugar del crimen hedía a cadáveres en descomposición destartalados en la alfombra, untados de muerte, con desesperación y paciencia.
Acostumbrándose a lo nuevo, a la reposición indiscriminada, rápida, en explicita conminación a no llorar nunca, porque no se debía llorar nunca. Costumbres de la casa. El dolor abominable de la existencia era un sentimiento del espíritu para pobres o para los insalvables miserables. No era su culpa que el mundo estuviese ordenado así, como siempre fue, como siempre sería. Pobre y bueno: ¡Una graciosa ironía!
Niño o bebe que quizás lo guillotinase un dialogo de sus padres que no debió haber escuchado nunca, …peleas, cosas graves que se dicen, agriando desde la carne el alma, la que inmediatamente, cierra la puerta del espíritu, o quizás, un grito inoportuno que buscó cegarle, vengando supuestas seguridades, con un mandoble en la luz para toda la vida, lo abolló, hasta su día final, ya con el retorcimiento de la ancianidad última, ya en tarde de frío, ya en hospital público cualquiera, donde lo traspasaron de otro, no había lugar, según se dijeron entre camilleros y por órdenes de gente desconocida.
Arrastró un largo dolor, apenamiento del agazapado, supo no pensar nunca en ninguna libertad, aprendió a obedecer mientras planeaba, y fue tanto y tanto lo que planeó, que siempre obedeció y nunca hizo nada.
Ricardo Marcenaro
PD:
Esta primera cápsula está dedicada a mi querido René Zuñiga, de Monterrey.
Como a él, me gustan los desafíos, el humor y otras yerbas.
Especial abrazo para tí.
Biografía Espacial De La Cápsula es una crónica de las situaciones humanas, situaciones que pueden pasar en cualquier parte del mundo.
Esta Cápsula está escrita por un ermitaño, artista, escultor, que podría estar viviendo en la esquina de su casa, sin que usted se de cuenta.
Artículo: Ricardo Marcenaro - Biografia Espacial De La Capsula - 1 - El Jodido
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