11 de marzo del 2011
OTRO “PRESUNTO CULPABLE”: MIGRANTE HONDUREÑO TORTURADO POR LA POLICÍA MINISTERIAL EN SALTILLO ES OBLIGADO A CONFESARSE CULPABLE
- Policías Ministeriales del Cuarto Grupo de Homicidios torturan física y psicológicamente a un migrante hondureño y lo obligan a confesarse culpable
- La Casa del Migrante de Saltillo exige un debido proceso, pide al Juez quite valor probatorio a la confesión arrancada bajo tortura y que se investigue a los responsables
Convención contra la tortura, Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Artículo 15: Todo Estado Parte se asegurará de que ninguna declaración que se demuestre que ha sido hecha como resultado de tortura pueda ser invocada como prueba en ningún procedimiento, salvo en contra de una persona acusada de tortura como prueba de que se ha formulado la declaración.
La población migrante indocumentada en tránsito por nuestro país sigue siendo un grupo vulnerable al que se le siguen negando sus derechos y como grupo empobrecido, es víctima de un sistema de justicia que fabrica culpables. Este caso es un ejemplo más del que debemos exigir justicia.
El 30 de septiembre del 2009, Reyes Gustavo Ardón Alfaro, migrante sin documentos de origen hondureño, fue trasladado al Hospital Universitario en calidad de víctima del incidente en el que fue asesinada la Sra. Perla Judith Quintero Caballero. Hasta ese lugar, llegaron varios policías ministeriales, quienes sin previa autorización médica se llevaron al migrante en calidad de detenido, considerándolo el principal sospechoso del crimen. En la oficina del Cuarto Grupo de Homicidios, los policías ministeriales obligaron a Reyes Gustavo a desnudarse, manteniéndolo hincado mientras llevaban a cabo el interrogatorio. Lo golpearon con las palmas de las manos abiertas y con el puño cerrado en las costillas; le jalaron el cabello y lo amenazaron con palabras humillantes con el propósito de amedrentarlo. Al percatarse de que no sería fácil arrancar una confesión, pusieron en la cabeza una bolsa de plástico y le taparon la boca y la nariz con la mano, al mismo tiempo que le apretaban la garganta, provocándole asfixia. Con estos actos de tortura, Reyes Gustavo se convenció de que los policías estaban dispuestos a matarlo, por lo que se vio forzado a confesarse culpable.
Para integrar la averiguación previa, los policías ministeriales redactaron la declaración de Reyes Gustavo. Asimismo, obligaron al migrante a tocar cuchillos y colocar su huella en documentos que no leyó; incluso, lo presentaron ante los medios de comunicación, siempre bajo la amenaza de que debía confesarse culpable, pues de otra manera, lo matarían y nadie jamás iba a saber de él. Tras dos días de haber sido sometido de forma permanente a tortura física y psicológica, Reyes Gustavo fue trasladado al centro penitenciario, donde decidió no denunciar en ese momento la tortura que había sufrido, pues los policías ministeriales le habían advertido que si decía algo, entrarían por él a la cárcel y se lo llevarían para matarlo o contratarían a alguien ahí adentro para que le hiciera daño.
En la primera audiencia, Reyes Gustavo amplió su declaración, manifestando las graves faltas en las que la policía investigadora había incurrido. En diciembre del 2010 interpuso la denuncia correspondiente por el delito de tortura; sin embargo, hasta la fecha no se ha integrado ninguna averiguación previa por parte de la Fiscalía General del Estado. Este 11 de marzo comenzará la última audiencia, que tendrá como consecuencia la conclusión por parte del Juez a mediados de marzo.
Como Casa del Migrante de Saltillo condenamos el actuar de los policías ministeriales, quienes sometieron y torturaron a Reyes Gustavo, abusando de su condición de vulnerabilidad de ser migrante, sin documentos, pobre y sin la instrucción necesaria para conocer y defender sus derechos. En este sentido, junto con Reyes Gustavo, exigimos:
a) Que el Juez tenga una participación directa con las pruebas y en las audiencias, desechando todos los procesos en los que se hayan violado las garantías individuales y los derechos humanos
b) Que el sistema judicial le otorgue a Reyes garantías de un debido proceso y un juicio justo, velando y tutelando en todo momento el ejercicio de sus derechos humanos
c) Que el Juez actúe con estricto apego al derecho internacional y cumpla con los marcos normativos que en materia de derechos humanos y tortura México ha ratificado y, por lo tanto, que desvirtúe la confesión de Reyes, por carecer de valor probatorio al haber sido realizada bajo tortura (de lo cual existen testigos y fundamentos dentro del expediente)
d) Que cuanto antes se investiguen los hechos violatorios a la dignidad, la seguridad y la integridad física y psicológica de Reyes, logrando el castigo a los responsables, de forma tal que las autoridades ministeriales cumplan a cabalidad con sus responsabilidades y nunca más vuelvan a fabricar culpables
e) Que la sociedad se una a favor de la exigencia de justicia para Reyes, sabiendo que condenarlo significaría sentenciar también a toda la población marginada y a todos aquellos migrantes en situación irregular que viven o transitan por la ciudad de Saltillo
Belén, Posada del Migrante
Frontera con Justicia, A.C.
Humanidad sin Fronteras, A.C.
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