Comunicado del G8 del Partido de la Revolución Democrática

01 de marzo de 2011

La unidad sólo es posible si se cancelan las alianzas con el PAN

Quienes emprendieron el camino de la ilegalidad y de la violación a nuestros principios y la línea política aprobada en nuestro XII Congreso Nacional, han provocado la división del partido, han profundizado su crisis interna y hoy están a punto de lograr lo que parece ser su verdadero propósito: la ruptura del PRD y la división de las izquierdas.

Ha sido cada vez más evidente que el acuerdo que han establecido con Calderón no sólo contempla la conformación de alianzas electorales en los procesos estatales del 2010 y el 2011 sino que este abarca el proceso electoral del 2012, abarca otras esferas de la vida política del país y tiene alcances que aún desconocemos.

En un principio se pretendió justificar el caso de Oaxaca como un caso de excepción en la aplicación de la línea política que aprobó nuestro XII Congreso Nacional, debido a la situación particular en ese estado; después se argumentó que había que derrocar a los gobiernos caciquiles del PRI y se impusieron las coaliciones con el PAN en otros estados; se dijo también que estas alianzas eran necesarias para tener triunfos electorales y ganar espacios.

Pero casos como los de Tlaxcala, Guerrero y Baja California Sur desmienten  estos argumentos y han dejado claro que no se trata sólo de eficiencia electoral. Se trata, además, de un compromiso de este sector del partido con la derecha del PAN, con el fin de que el PRD legitime a Calderón y sirva a ese partido para recuperarse de la debacle electoral en la que se encontraba y  reposicionarlo frente al PRI nuevamente como fuerza competitiva.

Como lo hemos señalado, el costo político de estas alianzas para el PRD ha sido muy alto. No sólo nos muestra como una fuerza incongruente que hace alianzas con quienes cometieron el fraude del 2006 y le robaron la presidencia, además, se ha provocado el desdibujamiento político y la dispersión orgánica del partido, que aparece hoy como una fuerza claudicante en su papel opositor y de lucha por la transformación del país, jugando un vergonzoso papel de subordinación al gobierno usurpador.

Es importante señalar que en esta iniciativa aliancista con Calderón y su partido, ha desempeñado también un papel activo el actual coordinador del DIA, Manuel Camacho Solís, quien ha utilizado esa instancia como plataforma para establecer coaliciones y acuerdos con el PAN, asumiendo decisiones por encima incluso de los órganos de dirección de los partidos.

Pero esto no ha sido suficientemente grave para que rectifiquen y retomen el camino de la legalidad y de la congruencia con la línea política y los principios de nuestro partido. Hoy frente a la disyuntiva de optar por la unidad con los partidos de izquierda, la unidad con el Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, la unidad con personalidades como el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y la unidad con movimientos sociales,  o afianzar su acuerdo con la derecha representada por el PAN, todo parece indicar que optarán por lo segundo.

También el interés del PAN por afianzar este acuerdo se ha hecho evidente en el proceso electoral del Estado de México. En las semanas recientes hemos visto como Jesús Ortega y dirigentes estatales del PRD han abierto las puertas a dirigentes nacionales y estatales del PAN para intervenir en los asuntos internos del partido, actuando como uno más de sus aliados.

Es indispensable en lo inmediato que, si aún les interesa la reunificación del partido, NI y las demás expresiones y actores que han promovido las alianzas con el PAN den muestras de disposición para rectificar el rumbo que han seguido. Una muestra clara de ello sería la cancelación de la consulta que pretenden llevar a cabo con el PAN en el Estado de México.

Es necesario también que, desde todos los espacios y todos los actores involucrados se tomen medidas para terminar con este episodio de ilegalidad y de confrontación entre las izquierdas auspiciado por Calderón y sus subordinados.

Por lo anterior, las expresiones que conformamos el G8, planteamos:

1. Que de inmediato Jesús Ortega y sus aliados al interior del PRD cancelen las pláticas y acuerdos con el PAN tendientes a conformar alianzas electorales con ese partido y se abstengan de involucrar a sus dirigentes en los asuntos internos del PRD. Ellos debieran preocuparse y ocuparse del desastre que su gobierno está provocando en el país.
2. Llamamos a los partidos del Día a promover la sustitución del actual coordinador de dicho Frente, Manuel Camacho Solís, quien ha jugado un activo papel en la promoción de las alianzas con el PAN y ha contribuido a debilitar la unidad de los partidos de izquierda.
3. Reafirmamos nuestro compromiso para construir un frente de las izquierdas en el Estado de México para enfrentar al PRI y al PAN en el próximo proceso electoral, y respaldamos a Alejandro Encinas como propuesta del DIA, el MORENA y las organizaciones democráticas y progresistas, para ser el candidato de ese amplio frente a la gubernatura del estado. Rechazamos por lo tanto la consulta que se pretende realizar por dirigentes del PRD y el PAN como una maniobra que pretende obstaculizar la concreción de esta candidatura.

Por el G8

Izquierda Democrática Nacional, Izquierda Social, Unidad Nacional de las Izquierdas, Democracia Social, Grupo de Acción Política, Unidad Patriótica, Red de Izquierda Revolucionario-Movimiento de Liberación Nacional, Movimiento Cívico y Frente Amplio de Restauración Social