Maternidad, óleo sobre lienzo, de Oswaldo GuayasamínFoto Tomada del catálogo de la exposición
Muestra de artistas de España y AL de los siglos XIX y XX, en el Museo de San Carlos
Confluencias refleja el devenir de los rumbos estéticos de dos siglos
La integran 60 piezas, entre pinturas, esculturas y obras en papel, de pintores como Siqueiros, Tàpies, Sorolla, Dr. Atl y Carrington, entre otros
Permanecerá abierta hasta el 28 de febrero
Vista del Museo Nacional de San Carlos, ubicado en la colonia TabacaleraFoto Cristina Rodríguez
Carlos Paul
Periódico La Jornada
Domingo 10 de enero de 2010, p. 2
Domingo 10 de enero de 2010, p. 2
Los caminos estéticos que han seguido las corrientes del arte, sus conexiones, redes y vínculos con los acontecimientos históricos ocurridos a lo largo de dos centurias se pueden apreciar en la exposición Confluencias: dos siglos de modernidad, que se presenta en el Museo Nacional de San Carlos.
Se trata de una muestra representativa de pintura, grabados y esculturas de artistas plásticos españoles y latinoamericanos de los siglos XIX y XX, integrada por 60 obras (41 pinturas, cinco esculturas y 14 obras sobre papel) pertenecientes a la colección BBVA, con sede en España, así como de países como Argentina, Colombia, Chile, Perú,Venezuela y México.
En esta oportunidad los visitantes pueden disfrutar de la obra de pintores como Francisco de Goya, Oswaldo Guayasamín, Roberto Matta, David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Dr. Atl (Gerardo Murillo), Francisco Fierro, María Blanchard, Ramón Martí Alsina, Andreu Alfaro, Aurelio Arteta, Antonio Saura, Carlos Cruz-Díez, Antoni Tàpies, Luis Feito, Pancho Cossío, Manuel Rivera, Raimundo de Madrazo, Eusebio Sempere, por mencionar algunos.
La selección, cuya curaduría estuvo a cargo de Tomás Llorens, más que buscar contrastes o diferencias entre cada artista, tiene como propósito que el público aprecie “una cualidad en común: la voluntad artística de esos creadores de adscribirse a la tendencia en su momento de la modernidad, y cómo desarrollaron esa pulsión instintiva de renovación, la cual se manifiesta mediante la reivindicación, unas veces en lo popular y particular, otras en lo universal, nutriéndose de la razón o de la energía de los sentimientos, incluso –paradójicamente– apelando a la tradición”, apuntó el especialista.
En Confluencias, aún cuando las 60 obras no se presentan en orden cronológico, el público puede ver reflejado el devenir de la innovación artística de los últimos 200 años de arte en España y Latinoamérica, cuyos creadores se insertan en ese gran periodo denominado modernidad, explica la historiadora de arte Ana María González Eguiluz, en un recorrido por la muestra, en la que
es notable la diversidad de estilos artísticos que aquí se han reunido.
Es importante destacar que para la propuesta curatorial se tomó en cuenta la historia política y social de los países representados (España y Latinoamerica), pues “la historia de la modernidad artística, especialmente la del siglo XX, se ha venido contando como si fuera un desarrollo lineal, una cadena de ‘ismos’ o tendencias presidida por una lógica sucesoria inexorable, en la que la aparición de un nuevo eslabón anulaba necesariamente el anterior.
Este modelo historiográfico que determinó como centro a París o, a partir de la segunda mitad del siglo XX, a Nueva York, se ha tomado como modelo canónico para una vida artística que se desarrolla en países alejados geográfica y culturalmente de esos focos, apuntó Llorens, para el catálogo de la muestra, en el cual explica que para la realización de este proyecto
se ha procurado evitar ese modelo, para entender la realidad artística de los países representados desde sus propias coordenadas culturales e históricas.
Afinidad o contrastes
La muestra se encuentra articulada en cuatro núcleos.
Se trata de agrupaciones temáticas en las que se pueden encontrar ecos de las grandes corrientes internacionales, en las que se incluyen aventuras artísticas muy diversas, entretejidas por relaciones de contrastes o afinidad, muchas veces lejanas, aunque siempre significativas.
La materia prima del primer apartado lleva como título La imaginación romántica, ya que de acuerdo al curador,
el romanticismo fue la primera gran corriente artística, la primera manifestación del espíritu moderno, la aurora de una conciencia del tiempo histórico que se constituía en referencia última de la creación artística.
En el contexto de la historia política y social de los países representados,
la transformación más importante de esa etapa fue la desaparición de las relaciones coloniales, que vinculaban a la corona española con las sociedades americanas y la entrada de éstas en la historia como naciones independientes.
Maternidad, óleo sobre lienzo, de Oswaldo GuayasamínFoto Tomada del catálogo de la exposición
Capricho 9, aguafuerte y aguatinta bruñida, de TantaloFoto Tomada del catálogo de la exposición
En este primer núcleo destacan entre otras obras, una muestra de 10 grabados de Los Caprichos, de Goya.
El siguiente ciclo modernizador ocupa el entresiglo XIX/XX, bajo el título Entre naturalismo y simbolismo, cuyo factor determinante de ese nuevo proceso de modernización artística fue “la expansión económica de los países del norte y las transformaciones sociales que esa expansión trajo consigo, tanto en Latinoamérica como en la península ibérica.
El naturalismo y su debate con el simbolismo se convirtieron en los ejes cardinales de la producción artística de este periodo.
Un ejemplo de esa confrontación o ambigüedad se encuentra en la obra más antigua que se ha incluido para este apartado: Estudio de una calavera(1883), pequeño óleo pintado por Joaquín Sorolla (1862-1923).
Los capítulos tercero y cuarto de la muestra abordan las diversas peripecias del arte moderno en el siglo XX. Con el título Vanguardia y tradición moderna. Primera mitad del siglo XX, el tercer núcleo se ocupa de una generación de artistas cuya actividad se extiende sustancialmente entre la Primera Guerra Mundial y los años centrales del siglo XX.
Explica Llorens en el catálogo:
La producción artística de ese periodo fue demasiado rica y variada para reducirla a simples fórmulas, pero si hubo en ella una cuestión central, ésta fue sin duda el debate entre vanguardia y tradición, el cual se formuló por primera vez en Francia durante los años 20 del siglo pasado, debate que en Latinoámerica y España alcanzó significados propios, determinados por la singularidad de los respectivos contextos sociales y políticos en que se producía.
Ese periodo se muestra aquí,
por las condiciones que determinan el contenido de la exposición, de manera somera, pero significativa. En este apartado se agrupan obras de María Blanchard, Dr. Atl (Gerardo Murillo), David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Roberto Matta, Oswaldo Guayasamín, Antonio López, y otros.
El cuarto y último núcleo se denominaLa condición de la imagen. Abarca la segunda mitad del siglo XX, durante la cual
el movimiento moderno se expandió de una manera inimaginable décadas atrás. Por ello se eligió como hilo conductor una cuestión que podría formularse como el de la condición de la imagen artística en tanto que imagen, tomando en cuenta el crecimiento y la proliferación de las imágenes producidas industrialmente y difundidas masivamente.
Iconos e identidades
Este último apartado de la muestra se limita a exponer algunas obras en torno a dos grandes movimientos que emergieron sucesivamente durante la segunda mitad del siglo XX, “sin estar aparentemente conectados entre sí, pero que parecen responder, cada uno a su modo, al problema de la proliferación icónica. Se trata en este caso, en primer lugar, al triunfo universal de la abstracción durante las dos o tres décadas centrales del siglo, y en segundo lugar a la difusión, a partir de la década de los años 60, de una tendencia, llamada inicialmente en Inglaterra pop art, que asumía explícitamente el fenómeno de la proliferación icónica como seña de identidad”.
La exposición concluye con pinturas y esculturas de José Guerrero, Antoni Tàpies, Manolo Millares, Antonio Saura, Luis Fieto, Manuel Rivera, Fernando de Szyszlo, Carlos Cruz-Díez, Eusebio Sempere, Andreu Alfaro, Libero Badii, Eduardo Arroyo, Luis Gordillo y del Equipo Crónica. Confluencias se considera dentro de las celebraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, efeméride que coincide con los festejos que se llevarán a cabo en Colombia y Chile. Es por ello que esta muestra itinerará por el Museo de Arte Moderno de Bogotá, del 18 de marzo al 23 de mayo de 2010, y posteriormente al Museo Nacional de Bellas Artes, de Chile, del 8 de junio al 15 de agosto.
Confluencias: dos siglos de modernidad permanecerá abierta hasta el 28 de febrero.
El Museo Nacional de San Carlos se ubica en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera; durante todo el año ofrece visitas guiadas para el público escolar, familiar y general.
Muestra de artistas de España y AL de los siglos XIX y XX, en el Museo de San Carlos
La integran 60 piezas, entre pinturas, esculturas y obras en papel, de pintores como Siqueiros, Tàpies, Sorolla, Dr. Atl y Carrington, entre otros
Permanecerá abierta hasta el 28 de febrero
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