Friday, May 02, 2008

Muestran la “angustiante sensación de vacío” que viven muchas personas

■ Tres actrices se alternan en el monólogo Las reglas del buen vivir en la sociedad

■ El dramaturgo francés Jean-Luc Lagarde echa mano de un humor corrosivo e inteligente

■ Construirse a sí mismo en la dicha, en Occidente, parece ser inviable, dice el director de la obra






la imagen La actriz Ana María González en una escena de la obra que desarrolla temporada en el teatro Orientación La actriz Ana María González en una escena de la obra que desarrolla temporada en el teatro Orientación Foto: Ángel González

Carlos Paul

Las reglas del buen vivir en la sociedad es un monólogo “aparentemente inofensivo” en el que la baronesa Blanche Staffe se dedica a difundir las normas de la conducta urbana y de etiqueta, adecuadas para los diversos momentos con los que empieza y concluye ese periodo que llamamos vida humana.

Entre sus indicaciones figuran cómo se debe elegir el nombre de un niño, los padrinos, los banquetes, la boda inicial o las sucesivas, hasta qué es lo adecuado para la muerte misma.

Con un “humor corrosivo e inteligente”, el dramaturgo Jean-Luc Lagarde “logra construir cierta angustiante sensación de vacío”, explicó Germán Castillo, director de la puesta en escena.

Lagarde, con Bernard-Marie Koltés y Enzo Corman, conforman la tríada de dramaturgos franceses de finales de siglo XX que se caracteriza por “su mirada iconoclasta sobre la realidad contemporánea occidental”.

Conciencia y falsas ideologías

El texto de Lagarde propicia reflexionar sobre “la cuestión de si la organización política de Occidente permite que la vida trascendente del individuo realice su destino: construirse a sí mismo en la dicha, y al parecer la respuesta es no”, añadió Germán Castillo.

En el escenario “vamos a ver a una mujer sentada hablando. Al escucharla, la idea es entrar en la intimidad del pensamiento, al complejo, contradictorio y oscuro mundo del pensamiento, en referencia a lo que es la vida contemporánea, nuestros rituales tradicionales urbanos o morales, que van desde el bautismo hasta las pompas fúnebres; reflexionando sobre qué es lo que nos queda de ello”.

Para Castillo, “la palabra es la acción fundamental del ser humano. A través de ella, en ella y por ella construimos nuestra conciencia, así como nuestras falsas ideologías.

“También por ella nos adecuamos a lo que somos y por ellas –las palabras– es que nos podemos decir lo que realmente somos.”

La palabra, el acto más humano

Este montaje, prosigue Germán Castillo, “es un intento por corroborar que el trabajo actoral es lo primero, es un intento por comprobar que la palabra es el espectáculo más humano que nos hemos dado”.

En la obra del dramaturgo francés, “sus estructuras literarias están basadas en el manejo de la sintaxis, de tal manera que lo que se dice siempre se está autocorrigiendo, autocontradiciendo, dudando, como podríamos decir lo hace el pensamiento interno”.

Aquí se presenta “una especie de conferencia de uno de esos personajes que intentan ayudar a sus semejantes, para decirles cómo deben vivir. De alguna manera es una imposición de las buenas costumbres o la sugerencia a quien no las tiene de que las asuma. Finalmente, con cierto corrosivo humor, se ve reflejada la oquedad, que es la vida de la mayoría de personas”.

En Las reglas del buen vivir en la sociedad moderna se alternarán las actrices Ana María González, Pilar Boliver y Bárbara Eibenschutz. Funciones: jueves y viernes, 20 horas; sábados, 19 y domingos, 18 horas. La cita es en el teatro Orientación, del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.

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