■ El poeta y humanista está en México para presentar su Poesía completa, editada por la UV
Carlos Paul
El escritor Ernesto Cardenal, ayer, en la ciudad de México
Foto: María Luisa Severiano
Más de 400 personas, entre artistas, escritores e intelectuales de todas las latitudes se han manifestado hasta el momento en apoyo de uno de los más notables poetas y revolucionarios nicaragüenses, Ernesto Cardenal, quien llamó la atención del mundo al denunciar de manera firme y decidida el acoso y campaña de desprestigio de que es víctima, lanzados en su contra por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo.
Cabe recordar que dicha campaña comenzó al reactivar el gobierno nicaragüense “una acusación judicial absurda” de 2003, un viejo juicio por injurias, del empresario alemán Immanuel Zerger, a quien Cardenal imputó numerosas anomalías en torno al hotel que regentea en la isla de Mancarrón, en Solentiname, archipiélago donde el poeta y escritor fundó hace casi medio siglo una comunidad en la que se imparten talleres de poesía y se enseña a leer y escribir a los campesinos. Zerger lo demandó y Cardenal fue sancionado con una multa, la cual no fue acatada por el escritor.
De acuerdo con los cientos de creadores de varias partes del mundo, dicho juicio fue revivido para castigar a Ernesto Cardenal por atreverse a denunciar y censurar las políticas de Daniel Ortega y su esposa. El acoso y desprestigio del poeta y ex ministro de Cultura de Nicaragua, se intensificó cuando Cardenal sostuvo las críticas al régimen de su país, cuando asistió recientemente a la toma de posesión del presidente de Paraguay, Fernando Lugo.
Dictadura familiar
De visita en nuestro país para presentar su Poesía completa, editada en tres volúmenes, por la Universidad Veracruzana (UV), el poeta Ernesto Cardenal –ante los medios– reflexionó: “No entiendo lo que está pasando en Nicaragua. Ahora soy un perseguido político, con una condena de cárcel y un congelamiento de fondos personales, así como de otros destinados a talleres de poesía, que se imparten a niños con cáncer.
“Lo que está pasando conmigo está pasando con muchos otros en Nicaragua. Estoy aquí presente porque aún el juez no se ha pronunciado. En vista de que la ley no permite que una persona mayor de 70 años esté recluida, y como tengo ya 83, por ello me encuentro fuera de la cárcel. Ignoro lo que va a pasar, la siguiente sentencia la dictará el juez ahora que regrese a Nicaragua, en los próximos días. Yo estoy muy tranquilo. Sin embargo, yo esperaba pasar mi vejez sin problemas, empero, si mis conflictos pueden servir un poco para que se conozca la realidad de lo que está pasando en Nicaragua, está bien.
“Se tiene que conocer que hay una dictadura familiar de Ortega, su mujer y sus hijos. En Nicaragua se dice que es ella la que manda. No se dice la pareja Ortega-Murillo, sino Murillo-Ortega. Estamos sometidos a la primera dama. Ortega tiene bajo su control los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como las diversas fiscalías. No hace falta detallar más, sería peligroso para mí.”
Ernesto Cardenal comentó que sus expectativas al regresar a Nicaragua. “No quiero caer en el exilio y por eso voy para allá. Que me pase lo que me pase. Incluso puede servir más. La revolución ha seguido, pero ahora está en la oposición a Daniel Ortega, pues allá se viven momentos de nazismo. La radio y la televisión de Ortega están generando una serie de calumnias contra los que se han atrevido a denunciarlo o nos oponemos a su gobierno”.
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